Sant Antoni bendice animales con la última tecnología

La primera gran fiesta del calendario de la ciudad de València aplicó la fórmula de la reinvención para tener, por lo menos, una cierta presencia. Sant Antoni no pudo derramar su agua bendita sobre los animales, de compañía y de labor. Lo que habría sido un domingo brillante en la calle Sagunt, con el siempre peculiar desfile de perros, gatos y pájaros por un lado, y toda la caballería de la ciudad y la comarca, se tuvo que transformar, a la fuerza, en otra cosa. Pero la Hermandad de Sant Antoni ha conseguido, por lo menos, mantener la visibilidad. Aún sin hoguera, sin «porrat» y sin ese desfile, el «porquet» ha tenido presencia en las calles en forma de cartel promocional. Y para mantener el pulso al día a día, aplicó la tecnología.

El único acto celebrado ayer fue un servicio religioso sobre una feligresía limitada, tal como marcan las normas sanitarias, basada en los miembros de la hermandad. Al acabar sí que hubo una bendición simbólica a diferentes canes procedentes de unidades especiales de los cuerpos de seguridad. Los mismos que desfilan por la calle Sagunt y son de los más aplaudidos. Con anécdota incluida en la suelta de media docena de palomas, porque una de ellas sufrió una muerte súbita.

Los demás recibieron una ciber-bendición. Cerca de quinientos animales. Aquellos de los que sus amos mandaron la foto o un pequeño vídeo y que, a través del canal de youtube, protagonizaron un particular cortometraje. El año próximo, esperan, el fuego y el agua, bendita, volverá a las calles.