Hasta cuatro veces se ha tenido que votar en el pleno municipal para aprobar el convenio para la conservación del Molino Arrocero del barrio de La Torre. Un tema del día a día, importante a efectos patrimoniales en la población, pero que puso en evidencia la existencia de dificultades con los sistemas de comunicación tecnológica, sin duda mejorables.

Los ediles que seguían el pleno desde domicilios o despachos (la asistencia es limitada por las normas anti covid) tienen un dispositivo electrónico de voto. Pero en el momento de solicitar los votos se produjo un galimatías entre votar a mano alzada y no hacerlo con este dispositivo. Esto provocó que el punto quedaba rechazado por no alcanzarse los votos afirmativos del equipo de gobierno.

Joan Ribó solicitó la repetición de las votaciones hasta en cuatro ocasiones, con acusaciones de "cacicada" desde el Grupo Municipal Popular. El secretario del pleno venía a decir que el resultado era el que era porque veo levantar las manos pero no veía los votos. El debate se encrespó. Sandra Gómez solicitó retirar el punto "para evitar que se produzca un conflicto jurídico y dejarlo para el mes que viene porque es un tema nimio pero que va en beneficio de los vecinos de La Torre". María José Catalá anunció que "el Partido Popular no va a volver a votar. Lo hemos hecho tres veces. Y este pleno también se ha empezado sin esperarnos. El molino es muy ipmortante y tendrá una importancia relativa, pero no es la primera vez que votamos así. No vamos a volver a hacerlo".

SIGUE LA INFORMACIÓN DE LA CIUDAD DE VALÈNCIA A TRAVÉS DE NUESTRA PÁGINA DE FACEBOOK "LEVANTE-EMV VALÈNCIA" PINCHANDO ESTE ENLACE

Había pretendido Ribó que, a partir de ese momento, sólo valieran los votos en formato digital. Pero los problemas continuaron en el siguiente punto, que presidía Sandra Gómez, quien se negó a continuar hasta que todos pudieran hacerlo, incluyendo a los populares Julia Climent o Carlos Mundina. "No voy a continuar porque por encima de una cuestión técnica está la voluntad del voto". Mundina mostraba los problemas de wifi que había en la sede del grupo, dos pisos más arriba. Teniendo que llegarse a la situación surrealista de tener que votar desde la pantalla de su compañero Santiago Ballester, en presencia de Julia Climent. Despues, Vicente Montañez (Vox) se quejó de que, desde los terminales, no se escuchaba lo que ese decía en el hemiciclo. "Es materialmente imposible seguir un pleno en estas condiciones". ¿Qué había pasado en este caso? Fuentes municipales cofirmaron que acudieron técnicos y, en este caso, era más sencillo: se habían desconectado unos cables.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, acabó preguntándose con sorna "¿Y queremos ser la capital de la innovación?".