El Juzgado de Instrucción número 1 de València ha sobreseído de forma provisional y archivado la causa que investigaba el incendio en la cocheras de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) porque «no existen indicios racionales de criminalidad ni prueba alguna de actividad de ámbito penal». Así se dicta en un auto facilitado por el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV) sobre el incendio producido el pasado día 5 de diciembre en las cocheras de San Isidro de la EMT, que calcinó diecisiete autobuses y afectó parcialmente a otros nueve.

El texto explica que la denuncia de la EMT se presentó por un presunto delito de incendio aunque aclara que este sólo se produce cuando hay peligro para la vida e integridad física de las personas pero en este caso, al no haber concurrencia de personas en el lugar de los hechos, «es claro que dicho peligro no se ha producido».

Por lo tanto, prosigue el auto, la investigación se ha centrado en el delito de daños en propiedad ajena pero «no se ha podido identificar autor ninguno del presunto delito de daños que en todo caso no parecen dolosos sino imprudentes, por tanto atípicos».

«No puede identificarse razón alguna que indique una intencionalidad» ni se han localizado «indicios que hicieses sopesar una posible intencionalidad del siniestro», insiste, según los informes de la Policía Científica.

Según esta investigación, «todo parece indicar que el origen del incendio puede estar relacionado con alguna incidencia en el cuadro eléctrico del autobús en el que se inició». Aunque reconoce que todos los autobuses habían pasado sus pertinentes controles, hace constar que el vehículo en el que se inició el incendio tenía casi 20 años.