La fuente del Tritón recupera su esplendor

La Fuente del Tritón de Ponzanelli, que se ubica en el parque de la Glorieta de València, ha sido objeto de una intensa restauración durante los meses de noviembre y diciembre para rehabilitar la estatua central y el resto de elementos ornamentales de este valioso conjunto artístico. El resultado de esta actuación es que la fuente y el tritón han recuperado parte del esplendor perdido. De momento los técnicos municipales han decidido no sustituir la estatua por una réplica, pese a que ya existe una estimación económica sobre lo que costaría realizar esta copia: más de 14.300 euros.

De momento, la actuación ha servido para sanear el terrible deterioro que sufría la pieza principal. Tal como explica el informe de los técnicos de Cyrespa Arquitectónico, la firma castellonense que efectuó la restauración por encargo del área de Patrimonio Artístico del Ayuntamiento de València: «El monumento se encontraba en un estado de degradación extremo, sobre todo la figura del tritón, con grietas y fracturas muy abiertas y en peligro de desmoronamiento». Esta degradación ya se mencionaba en el informe de la anterior intervención que se llevó a cabo en 2008 pero desde entonces no se había acometido su rehabilitación.

El hierro de interior de la figura principal estaba «reventado, hinchado y muy mineralizado». El cuerpo metálico había aumentado su tamaño hasta reventar literalmente la escultura, «produciendo en el mármol una grieta longitudinal de un centímetro de ancho que recorría la figura del tritón de arriba a abajo partiendo la figura en dos». Esta fractura también había provocado el movimiento del brazo izquierdo, que fue cosido y fijado en la intervención del 2008, en la que también se sellaron algunas fisuras y se limpió la escultura. Estos problemas se habían agravado y acabaron por generar más fracturas en el abdomen de la figura principal. Amén de esta actuación, los trabajos de restauración se han centrado en los daños superficiales del monumento, tanto la escultura como el pedestal así como el vaso y los tritones. Todos estos componentes estaban cubiertos con una costra de cal y con sedimentos de vegetación y de polvo procedentes de la contaminación y de la suciedad del entorno. Para sanear todo esto, se llevaron a cabo varias fases de limpieza, incluida una en seco, mediante aspiración y a base de brochas de pelo suave y material quirúrgico con bisturíes y escalpelos. Además, se procedió al pulido del pedestal y del vaso de la fuente para que los mármoles recuperasen su tonalidad original. Por último, se taponaron las fugas internas y externas de agua que deterioraban todas las estructuras.

Según la doctora en arte de la Universitat de Valencia, Helena de las Heras, de entre las decenas de esculturas públicas que hay en las calles y plazas de València, el Tritón de Giacomo Antonio Ponzanelli, es la más valiosa de todas y la más antigua (siglo XVII).

Ya en diciembre de 2013, Levante-EMV advirtió del progresivo deterioro que sufría esta obra de arte. Además, fue brutalmente mutilada en el año 2010, lo que planteó entonces una posible retirada y su sustitución por una réplica.

Por último, la concejala de Patrimonio Cultural Glòria Tello, declaró a este diario que el patrimonio municipal en València es «amplio y muy diverso». Pero tan importante es «continuar la labor de incorporar nuevas referencias visuales en el espacio público, como realizar labores de mantenimiento y reparación de las ya existentes». En este caso, la regidora lamentó el vandalismo que ha sufrido el Tritón en ciertos momentos y exigió que caigan sobre sus responsables «las máximas sanciones posibles».

El Tritón de Ponzanelli llegó a presentar una grieta de 1 centímetro que partió la estatua de arriba a abajo.

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