El botellón llena de suciedad el parking del pabellón de San Isidro

«Hace más de una década que el aparcamiento del pabellón de San Isidro está en estado de abandono», señalaba ayer el presidente de la Asociación de Vecinos de San Isidro José Luis Ceballos a Levante-EMV. «Nosotros de hecho, como asociación de vecinos, ya ni lo denunciamos porque en la época del gobierno del PP ya pedíamos que se limpiase y se dotase de iluminación, pero nunca se nos ha hecho caso», explicaba. Estos días, como es habitual, el aparcamiento está lleno de basura, restos de botellas y botes de refrescos, papeles y envases de comida rápida, así como hojas secas y demás residuos. Tanto es así, que pese a la escasez de aparcamiento en la zona, los vecinos del barrio valenciano y los trabajadores de la EMT, que trabajan en las cocheras situadas a pocos metros de este estacionamiento público, evitan aparcar aquí «por la inseguridad y la falta de iluminación», confirmaba ayer uno de los chóferes de la empresa municipal.

Además, antes de la pandemia e incluso también en tiempos de coronavirus, este párking es escenario habitual de los botellones y de reuniones ilegales para consumir alcohol y drogas. Esto, unido a que no hay luz artificial, genera «un clima de inseguridad» que ahuyenta a los residentes y a los trabajadores de la EMT. Por el contrario, el pabellón es un espacio que utilizan cientos de usuarios y que alberga toda clase de competiciones de fútbol sala -ahora no por las restricciones del coronavirus-, sin embargo por la noche es toda una aventura aparcar en su planta subterránea.