El PAI del Parc Central también será revisado para hacerlo sostenible

El planeamiento urbanístico de Benimaclet no es el único en revisión por parte del Gobierno del Rialto, formado por Compromís y PSPV. La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, la socialista Sandra Gómez, también ha puesto en cuarentena el urbanismo del Parc Central. Sandra Gómez anunció ayer que se revisarán, en paralelo a la licitación del canal de acceso por parte del Ministerio de Transporte, los criterios del Programa de Actuación Integrada (PAI) del Parc Central, aprobado en 2014, para que el barrio que se construya una vez soterrada la actual playa de vías, en lo que será el bulevar García Lorca, se ajuste a los criterios de movilidad sostenible y eficiencia.

El PAI del Parc Central, la operación urbanística asociada al soterramiento de las vías del tren, prevé la construcción de un gran parque de 24 hectáreas (ejecutado ya al 40%) y una gran avenida (bulevar García Lorca), que irá desde el puente de Giorgeta hasta el bulevar sur, con hasta cuatro carriles por sentido y viviendas a los lados. Un modelo que no cuadra con las actuales políticas de movilidad sostenible, de pacificación del tráfico, peatonalizaciones y ampliación de la red de carril-bici.

Se va a revisar el PAI de Parque Central para que se adapte a las directrices de la agenda urbana aprobada en la pasada legislatura por el gobierno municipal, avanzó ayer Sandra Gómez, quien aclaró que la revisión «no afectará al diseño» del gran parque diseñado por la paisajista Kathryn Gustafson. «Vamos a revisar el planeamiento para que cuando se soterren las vías y se genere el bulevar García Lorca el nuevo barrio que unirá la ciudad en torno a la cicatriz ferroviaria se adapte a los nuevos criterios de sostenibilidad y eficiencia». Se trata, apuntó Gómez, de un planeamiento «con cuestiones que mejorar y revisar». «Vamos a ver la necesidad de dotaciones públicas, las alturas, las dotaciones verdes, la mejora de la movilidad» en el bulevar y su entorno. La intención, en todo caso, es que el nuevo barrio proyectado sobre el túnel ferroviario, llamado a coser los barrios de Malilla, Creu Coberta y San Marcelino, cumpla con los criterios de «ciudad 15 minutos», con dotaciones y servicios próximos.

Tampoco afectará la revisión del urbanismo del Parc Central a la edificabilidad establecida hace siete años (629.000 m2 de techo, unas 5.000 viviendas) y que se concentra en cuatro grandes torres proyectadas en las esquinas del «pulmón verde» y a los lados del bulevar García Lorca, en lo que hoy es una zona degradada, con solares y antiguas fábricas en desuso. El patrimonio histórico e industrial existente en el entorno del futuro bulevar y la calle San Vicente y su integración será precisamente otro de los aspectos a revisar.

Sandra Gómez confió ayer en que el soterramiento de las vías, con una inversión de 52,6 millones de euros en los presupuestos generales del Estado, sea una realidad en cinco años, una vez licitadas las obras a lo largo de este año.

La integración del patrimonio industrial en el entorno de la calle San Vicente y el futuro bulevar García Lorca, resultante del soterramiento de la actual playa de vías, como la nave de la antigua fábrica de Macosa que sobrevivió en 2019 a los derribos, es una de los aspectos mejorables, según Urbanismo.