El albergue de Ciutat Vella no exigirá DNI a los sintecho tras las quejas de Cáritas

El albergue municipal de Ciutat Vella, que funciona desde noviembre y gestiona Cruz Roja, ya no pedirá la documentación -DNI, pasaporte u otros documentos- a los sintecho de la ciudad para alojarlos en sus instalaciones. Tras las gestiones realizadas por el departamento de Bienestar Social con la Policía Nacional, a partir de las quejas de Cáritas València, el albergue no tendrá que operar como un establecimiento hotelero dado que las personas que se alojan en el centro tienen dificultades en ocasiones para acreditarse porque han perdido la documentación, se la han robado o porque funcionan con fotocopias de los originales.

La Comisaría Provincial de la Policía Nacional ha informado a la Concejalía de Bienestar Social, que encabeza Isabel Lozano, que el albergue de Ciutat Vella no tiene que exigir el DNI o el pasaporte, como en un hostal turístico, porque «su actividad es otra», la de acoger a personas sin hogar que además «son especialmente vulnerables ante la emergencia social derivada de la pandemia de la Covid-19 y de la ola de frío de las últimas semanas», subraya la concejala.

El albergue acoge a todas las personas derivadas por los servicios municipales con el particular de que los albergues del ayuntamiento no pasan los datos de sus usuarios todos los días a la Policía Nacional. A partir de ahora, bastará con el nombre y apellidos, y si se quiere hacer constar otra documentación, también, pero no será indispensable.

Por otra parte, los recursos sociales del ayuntamiento, como el Servicio de Atención a Urgencias Sociales (SAUS); el Centro de Atención a Personas sin Techo (CAST) y el Centro de Atención a la Inmigración (CAI) podrán hacer constar los datos personales de las personas derivadas al albergue de Ciutat Vella. Respecto al funcionamiento de este centro activado en noviembre por Cruz Roja y el Ayuntamiento de València en Ciutat Vella, hay que destacar que en el albergue se han atendido a 291 personas distintas desde que se abrió.

La cifra es muy importante teniendo en cuenta que está especializado también en personas sin hogar que tienen que estar en cuarentena por la Covid-19, que muestran síntomas leves de la enfermedad o que están pendientes de hacerse la PCR. De hecho, el centro tiene capacidad para 40 personas y cuenta con una enfermera para hacer hasta 40 PCR al día.

Servicios Sociales ya ha comunicado a Cruz Roja que no exija la documentación a las personas sin hogar para hacer uso de estas instalaciones. No obstante, «hasta ahora nadie ha visto vulnerados sus derechos, pues a todas las personas que no tenían documentación en regla y estaban en la calle se las ha alojado en el Centro de Atención a Emergencias Sanitarias, habilitado por el frío». Respecto a la disponibilidad de plazas en los centros municipales, fuentes de la concejalía subrayan que los sintecho «mayoritariamente son derivados al CAST y al CAI, donde se les atiende al día siguiente siempre». Son muy pocos los usuarios que tienen expediente en Servicios Sociales y deben ser allí atendidos «pero como las remite o las acompaña el SAUS, se atienden de urgencia en los centros y no tienen que pedir ninguna cita». Si alguna persona sin hogar no ha ido al día siguiente a su centro, y luego por la noche han acudido directamente a los recursos, «se les ha facilitado más alojamiento por el Servicio de Atención a Urgencias Sociales, pues así se les ha indicado ante las bajas temperaturas de los últimos días», añaden las mismas fuentes.

Como se recordará y tal como publicó Levante-EMV recientemente, Cáritas València reclamó que no se pida documentación original y en vigor a las personas que están en la calle y que necesitan, por el frío o la pandemia, dormir a cubierto estos días. También solicitó que se relajen la exigencia de los criterios de atención.

Debido a las restricciones derivadas de la pandemia, explicaban desde Cáritas València, la dependencia institucional de estas personas se ha agravado. Hay ahora sintechos que necesitan estar varios días en un centro porque no tienen opción de pagarse una habitación, ya que trabajan en la economía sumergida como temporeros, camareros o vendedores, y por la covid se han suspendido esas actividades.

En cualquier caso, fuentes de Servicios Sociales subrayan que en los albergues municipales «hay plazas disponibles» para atender a quienes necesitan una cama para dormir, y de hecho «tenemos usuarios alojados desde diciembre, mediados de enero o principios de febrero, según cada caso y necesidades», añaden.

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