València abre el plazo para que 10.000 autónomos pidan las ayudas
El dinero se ingresará por adelantado, antes de comprobar que la documentación es correcta

Los mercadillos son uno de los sectores que pueden recibir la ayuda. f.calabuig / MOISÉS DOMÍNGUEZ. VALÈNCIA
Moisés Domínguez
La ciudad de València inicia hoy una de las operaciones de rescate ciudadano más importante de su historia, tanto por el alcance en numero de personas como por la cuantía a percibir. Cerca de diez mil negocios de 28 actividades distintas están en condiciones de recibir una paga de dos mil euros que puede llegar a cuatro mil en función al número de empleados. Se trata de las ayudas a fondo perdido a autónomos y microempresas que, dentro del fondo solidario de las tres administraciones locales (Generalitat, Diputación y Ayuntamiento), supondrán una forma de sobrellevar la reducción de ingresos desde que, hace ya casi un año, la actividad se truncara. No son cantidades para salvar un negocio, pero sí para ayudar a tapar agujeros. Una ayuda, además, que en palabras de la concejala responsable de la coordinación de la convocatoria, Pilar Bernabé, «puede cumplir cualquiera con los gastos más básicos» y con la particularidad de que se cobran antes de evaluarlos. Y que sólo en caso de que la documentación presentada sea incorrecta, habrá un plazo de subsanación y, en caso de persistir la irregularidad, se tendría que devolver todo o en parte.
Las ayudas empiezan con un aviso importante: la petición de tranquilidad. Existe el temor a que, en el día de hoy, y en los primeros minutos, pueda producirse un colapso en el sistema informático cuando ser el más madrugador no supone ninguna ventaja para cobrar antes que el que lo presente al final del plazo, dentro de veinte días. Todo ello, aunque el concejal de Agenda Digital, Pere Fuset, ha anunciado que se han aumentado los servidores para permitir un uso más amplio durante las próximas semanas. Pilar Bernabé ha asegurado que «vale la pena emplear dos días más en verificar y preparar la documentación que en tener prisa por presentarla. Porque todos a la vez no lo soportaría ni la NASA».
La premisa para la recepción de la ayuda es mandar, debidamente acreditados, pagos «corrientes». Con la premisa de que no te puedes quedar «corto». Es decir, hay que presentar, por lo menos, dos mil euros. Pilar Bernabé destaca, en ese sentido, que «es tan sencillo que es imposible no alcanzarlo con lo básico. Pero, por lo menos, hay que llegar a los dos mil».
Entre los gastos deducibles están los alquileres de locales, suministros de agua, luz, teléfono o internet, las cuotas de autónomos, primas de seguro, gastos de gestoría, propaganda o cartelería, etcétera. También están incluidas las mercaderías. Sí que se es explícito en que no están incluidos ni las reformas ni la adquisición, por ejemplo, de un portátil, puesto que esos gastos se consideran «inversión».
No menos imprescindible es pertenecer, como paso previo, a alguno de los CNAE de la convocatoria y, a su vez, a los IAE correspondientes. Puesto que hay sectores, como el del taxi, que no están incluidos en esta tanda. Tampoco está amparado por esta tanda de ayudas la figura del «autónomo colaborador» para recibirlo como ayuda directa a él. Sí que podrá contabilizarlo como trabajador un solicitante si aparece en su cuenta de cotización.
Así mismo, el ámbito de actuación cuenta: el trabajador o la empresa debe operar en la ciudad de València o tener el domicilio fiscal (no el social) en la ciudad. Dicho de otra manera, que el ayuntamiento invierte en los que han generado ingresos durante años en la ciudad.
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