El alcalde de València, Joan Ribó, ha expresado a los profesionales de la venta no sedentaria que, en cuanto lleguen las primeras medidas de desescalada, serán de los primeros en recuperar la actividad, aún con las restricciones marcadas. Dicho de otra forma, que si dentro de quince días la Generalitat empieza a levantar la mano y ésta se atiene a los parámetros, los tenderetes al aire libre volverán a la calle. Pero que si no es en quince días, será más adelante, pero con seguridad. "Seguiremos las instrucciones y pautas que se nos marque, que aguantemos un poco más, que avance la vacunación. Avanzar-tirar hacia atrás no es la solución ni para las personas ni para la economía. Soy más partidario de medidas serias y rigurosas, que dan resultados, y desescalar poco a poco. "Seguiremos las instrucciones y pautas que se nos marque, que aguantemos un poco más, que avance la vacunación. Avanzar-tirar hacia atrás no es la solución ni para las personas ni para la economía. Soy más partidario de medidas serias y rigurosas, que dan resultados, y desescalar poco a poco"

La venta no sedentaria ha considerado desde el primer minuto un agravio que ellos no puedan vender y que el comercio, aún con limitación de horarios, sí que pueda hacerlo. Apelando, además, a que ellos ejercen al aire libre, donde los contagios son menores.

Ribó, que ha estado acompañado del concejal de Comercio, Carlos Galiana, también aseguró que "les vamos a ayudar para que puedan incorporarse al máximo al Plan Resistir", al que finalmente también han podido acogerse.

Los profesionales también han solicitado que se amplíe a cuatro el número de domingos en los que el mercadillo se instala en la plaza del ayuntamiento para fomentar su consumo. Una idea planteada por los vendedores aprovechando el nuevo carácter peatonal del mismo.