El alcalde de València, Joan Ribó, ha expresado a los profesionales de la venta no sedentaria (representados por sus asociaciones más importantes) que, en cuanto lleguen las primeras medidas de desescalada, serán de los primeros en recuperar la actividad, aún con las restricciones marcadas. Dicho de otra forma, que si dentro de quince días la Generalitat empieza a levantar la mano y ésta se atiene a los parámetros, los tenderetes al aire libre volverán a la calle junto con las terrazas. Pero que si no es en quince días, será un poco más adelante, pero con seguridad. «Seguiremos las instrucciones y pautas que se nos marque. Avanzar-tirar hacia atrás no es la solución ni para las personas ni para la economía. Soy más partidario de medidas serias y rigurosas, que dan resultados, y desescalar poco a poco» aseguró el alcalde.

La venta no sedentaria ha considerado desde el primer minuto un agravio que ellos no puedan vender y que el comercio, aún con limitación de horarios, sí que pueda hacerlo. Apelando, además, a que ellos ejercen al aire libre, donde los contagios son menores.

Ribó, que estuvo acompañado del concejal de Comercio, Carlos Galiana, también aseguró que «les vamos a ayudar para que puedan incorporarse al máximo al Plan Resistir», al que finalmente también han podido acogerse.

Expectación y expectativa. Así han salido los profesionales, quienes también han solicitado que se amplíe a cuatro el número de domingos en los que el mercadillo se instala en la plaza del ayuntamiento para fomentar su consumo «y así no saturar en un día y que todos los vendedores puedan, al menos una vez al año, participar», aseguraba Antonio Nova, presidente de la Agrupación Independiente de la Asociación de Vendedores Autónomos de la Comunitat Valenciana.

Cuatro domingos en la plaza

Otras de las peticiones han sido la interacción con las concejalías para estar informados de obras o cambios de contenedores, así como en Fallas o grandes obras. «La de la plaza del Mercado, por ejemplo, afectará mucho al mercadillo de los lunes». También han solicitado más «placeros», los oficiales de control para controlar accesos y puestos.

Sobre las ayudas como autónomos (el Plan Resistir), agradecen que les hayan metido junto con la hostelería, a raíz de su manifestación. «Pero la justificación para nosotros es complicada. Cualquier comercio puede justificar, por ejemplo, con los locales, pero el nuestro es un vehículo». Y con las mercaderías, que también computan, lo mismo: «mucha gente ha ido tirando con el género que tenía. Por eso hemos pedido la línea específica para nosotros y que, llegado ese momento, no se tenga en cuenta las deudas, que sólo se tengan en cuenta las relacionadas con la actividad, las tasas, y no, por ejemplo, con la Seguridad Social».