Dos de cada tres detenciones que practica la Policía Local de València están relacionadas con la violencia de género y la violencia doméstica. Son casi veinte puntos más que hace un año, lo que ha disparado las alarmas en el cuerpo policial, que ya prepara conversaciones con los diferentes agentes sociales para tratar de poner límites a esta otra pandemia.

Según informó ayer la Policía Local, detrás de la violencia de género y la violencia doméstica están el 63 % de las detenciones. Ese ha sido el último dato recogido por el grupo Gama relativo al mes de enero de este año, lo que representa casi 20 puntos más que a principios del año pasado, cuando este tipo de detenciones suponían el 46%. Ello significa lisa y llanamente que la violencia de género se ha disparado durante la pandemia.

«La situación de las víctimas es más vulnerable todavía porque su red de apoyos es más precaria con la crisis económica», lamentó Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València, que admite con preocupación un aumento de los casos más graves coincidiendo con el aniversario de la covid-19.

De hecho, agentes de la 5ª Unidad de Distrito y GAMA de la Policía Local de València atendieron recientemente a una víctima que denunciaba por primera vez a su pareja tras agredirle, presuntamente, abusar sexualmente de forma reiterada, amenazarle continuamente con denunciar su situación irregular y robarle 5.000 euros. «Son situaciones extremas que ejemplifican la crueldad de la violencia de género, que actualmente es nuestro mayor problema de seguridad», reconoce el responsable de seguridad municipal.

Para tratar de atajar el problema, Aarón Cano ha anunciado su intención de reunirse con asociaciones civiles para buscar soluciones que aumenten la detección y prevención de cualquier manifestación de violencia psíquica o física contra una mujer.

Se piensa, por ejemplo, en trabajar en un protocolo de detección y actuación que sirva también a los y las 150 agentes formados recientemente en atender casos de violencia de género; aprovechar las relaciones de proximidad que tienen los agentes de barrio; e informar a las víctimas del recurso gratuito que tienen a partir de ahora, tras la firma de un convenio con el Colegio de Detectives, para investigar el patrimonio e ingresos de agresores que incumplen sus obligaciones legales.