Medio centenar de personas reciben las primeras casas de alquiler asequible

Los agraciados con el concurso deben comprometerse a cuidar las viviendas que les serán asignadas en Campanar y Cabanyal

La vivienda diseñada por Goerlich en la calle de la Reina es uno de las viviendas más espectaculares

La vivienda diseñada por Goerlich en la calle de la Reina es uno de las viviendas más espectaculares

Moisés Domínguez

Veinte familias van a recibir en los próximos días la llamada más esperada: la concesión de una vivienda de alquiler asequible en València, con la que podrán iniciar una nueva vida. Son los beneficiarios de la primera tanda de inmuebles propiedad del ayuntamiento que les arrendará para paliar sus necesidades sociales. Podrán vivir por precios entre 322 y 491 euros al mes -muy por debajo del precio de mercado si las casas se alquilaran en el libre mercado- y a cambio deberán comprometerse a mantenerlas en buen estado. Se darán a conocer tras la aprobación en la Junta de Gobierno.

Isabel Lozano presentó los resultados de la campaña

Isabel Lozano presentó los resultados de la campaña

En esta particular lotería han concurrido familias con determiandas características y requisitos, incluyendo estar empadronados o poder demostrar la residencia efectiva de al menos un año, salvo en el caso las mujeres víctimas de violencia de género; estar inscrito en el registro de peticionarios, creado en 2016; no tener ninguna vivienda en propiedad en el territorio español y tener unos ingresos mínimos y máximos: mínimos para tener la seguridad de que pueden afrontar el alquiler y máximos para no beneficiar con un alquiler bajo a quien puede permitirse más.

Así lo ha presentado la concejala de Vivienda, Isabel Lozano, quien ha recordado el carácter social de la iniciativa. "De las veinte unidades de convivencia, y que suponen 53 personas, encontramos catorce que son mayores de 64 años, 19 son menores de 34 años y nueve tienen grados de discapacidad. Tener situación de dependencia, haber sufrido desahucio o violencia de género y pertenecer a familias monoparentales formaban también parte del baremo.

Gran parte de los alquileres van a parar a una vivienda de la calle Marqués de San Juan, en Campanar. Se trata de una finca encargada a Aumsa y que en 2008, con la construcción acabada, quedaron sin vender en régimen de compraventa de vivienda protegida. Se quedaron vacías y sin uso y en 2017 se impulsó el cambio de condición para cambiarlo a alquiler. Tiempo atrás ya se adjudicaron las tres primeras a mujeres víctimas de violencia. Ahora, se ocuparán las once restantes.

Pero no hay duda que en la bolsa hay varias "joyas de la corona", viviendas singulares en el Cabanyal, que han sido rehabilitadas de arriba a abajo. "La verdad se ha hecho un gran trabajo rehabilitando viviendas, recuperando viviendas que estaban abandonadas".

Las casas se conceder sin más mobiliario que la cocina y el calentador de agua, pero preparadas para entrar a vivir. "Es una iniciativa que nos da satisfacción porque ayuda a colectivos desfavorecidos". A esta convocatoria se presentaron 263 solicitudes, de las que 183 "fueron excluidas por no cumplir los requisitos. Ahora quedan 56 más a la espera de nuevos procesos".

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