El cuarto viernes de cierre perimetral de València ha vuelto a provocar atascos en los principales puntos de acceso y salida de la ciudad. Miles de trabajadores viven o desarrollan su actividad en el área metropolitana, por lo que el cierre en plena hora de la comida (las 15 horas del viernes) ha provocado todas las semanas problemas de tráfico en València. En concreto, los atascos y las retenciones se han convertido en la tónica a la que se enfrentan tanto quienes salen como quienes pretenden acceder a la capital del Túria a través de los grandes accesos, que a esta hora ya cuentan con presencia policial.
Una de las vías donde de forma habitual se registran atascos a las horas punta es la avenida de Ausiàs March en el punto que conecta la rotonda de los anzuelos (avda. Antonio Ferrandis) con la V-30 y la Pista de Silla (V-31). En este caso, las principales congestiones se producen en la V-30, que recorre el nuevo cauce del Túria, donde se amontonan los coches en un tráfico muy lento debido a los problemas para acceder o salir de la ciudad por el margen derecho del plan sur.
La V-31 o Pista de Silla registraba a las 15.15 horas unos diez kilómetros de retenciones de tráfico en València, en sentido de acceso a la ciudad. Por su parte, la V-30 registra más de siete kilómetros de retenciones en diferentes puntos. Son especialmente conflictivos el camino de Picanya (conexión València - Torrent) con atascos de más de 3 kilómetros; a la altura de Xirivella y Paterna, con cuatro kilómetros en cada punto y en sentido hacia el puerto; y en la conexión con la A-7.
De hecho, la entrada a València por la A-7 a través de la avenida del Cid mantiene a las 15.15 horas unos cuatro kilómetros de tráfico lento.
Al otro lado de la ciudad, la V-21 (acceso Barcelona - València) se registran atascos desde la altura de Port Saplaya en sentido hacia el 'cal i casal' que se extienden en unos cuatro kilómetros de la carretera.
