La revisión del PAI del Parc Central fue justificada ayer por la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, porque «la parte recayente a Sant Vicent ha quedado obsoleta». No solo por su esquema viario con varios carriles de tráfico por sentido, también porque no aborda problemas importantes de estos barrios, como el aislamiento y la degradación urbanística y patrimonial, que supondrán un reto en el concurso de ideas.

Entre el patrimonio arrumbado que se quiere dignificar se incluyen las naves de Macosa y la chimenea de una antigua fábrica quedan dentro de una parcela escolar y a las que se quiere dar «visibilidad» y uso.

El planeamiento en vigor rodea las parcelas escolares de viales con tráfico y los convierte en «colegios rotonda», un concepto que también será revisado para recuperar espacio público y generar entornos escolares seguros.

El PAI del Parc Central planificó calles muy estrechas, que acaban siendo rincones poco seguros por los que nadie quiere pasar, un esquema que se sustituirá por el de las supermanzanas peatonales.

La revisión del planeamiento de este ámbito salva del derribo edificios modernos que se habían quedado aislado y mejorará su integración urbana.

La idea es mejorar la calidad urbana y del paisaje de los barrios del sur, aprovechando las grandes obras de infraestructura previstas.

Las nuevas viviendas del ámbito se proyectarán siguiendo las directrices de los ecobarrios, con criterios de sostenibilidad que tengan en cuentan cuestiones como la orientación y ventilación.