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El ayuntamiento abandona la idea de quitar la licencia de actividad al Sidi Saler

El procedimiento iniciado en 2018 pretendía evitar que volviera a funcionar tras 10 años cerrado

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De 5 estrellas lujo al abandono: así está el hotel Sidi Saler hoy J.M. López

La junta de gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer, según la resolución a la que ha tenido acceso Levante-EMV, declarar la caducidad del procedimiento, iniciado de oficio por el servicio de Actividades, para anular la licencia de actividad del hotel Sidi, ubicado en primera línea de costa del Parque Natural de la Devesa.

El concejal de Actividades durante la pasada legislatura, Carlos Galiana, inició el proceso para dar por caducada la licencia del hotel, cerrado desde 2011 tras quedar incluido en la zona de dominio público marítimo-terrestre y pasar a manos del Estado.

La caducidad de la licencia era una de las vías en manos del consistorio para evitar que los actuales dueños del hotel, a los que el Ministerio de Transición Ecológica concedió en 2018 la concesión sobre el edificio, pese a los informes municipales en contra, pudiesen reabrir o vender el edificio, en grave proceso de deterioro y abandono.

Tanto Galiana, mediante inspecciones de la policía, como el servicio de la Devesa han intentado acreditar, aparentemente sin éxito, que el hotel no está en funcionamiento y extinguir así la licencia de actividad que permitiría una eventual reapertura. Uno de los motivos es que los propietarios del hotel contrataron un servicio de vigilancia las 24 horas, que sigue funcionando, con el que se justificaría que el hotel tienen actividad pese a su más que evidente estado de deterioro.

En la resolución aprobada ayer por el servicio de Actividades, ahora con Lucía Beamud, de Compromís, al frente y a instancias de los propietarios del hotel se da por caducado, al no haberse realizado los trámites preceptivos ni haber dictado resolución expresa, el procedimiento iniciado en su día por Galiana y en el que se habían personado como partes interesadas los dos fondos de inversión (Coral Home y Divarian Propiedad) propietarios del hotel que fue emblema del lujo en la ciudad.

El destino del hotel, declarado además urbanísticamente fuera de ordenación, sigue sin resolverse. Mientras los vecinos del Saler y parte del gobierno del Rialto abogan por reutilizar la infraestructura, Compromís defiende el derribo del hotel y la recuperación del cordón dunar sobre el que se construyó en los años 70 dentro del proyecto desarrollista de urbanización de la Devesa, paralizado por la presión social.

El alcalde, Joan Ribó, por su parte, ha declarado en varias ocasiones que tampoco se dará licencia para reformar el edificio.

Esta por ver si Actividades iniciará un nuevo procedimiento para caducar la licencia vigente o explora otras soluciones para el hotel.

Acceso principal del hotel con la caseta del vigilante a la izquierda. | J.M. LÓPEZ

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