Un matrimonio valenciano, que se casó por la Iglesia tras 40 años de la boda civil recibió un mensaje manuscrito del papa Francisco de apoyo en la oración, que el marido ha querido agradecer ahora, al fallecer su esposa.

Es la particular historia de Paco Roig y Mara Vidagany, que ha dado a conocer la Agencia Avan. La boda tuvo lugar en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, el pasado mes de septiembre de 2020, cuando ella padecía un cáncer avanzado. Ambos estaban bautizados pero vivían "alejados de la Iglesia y de la práctica religiosa desde temprana edad y nunca habían sentido hasta ahora la necesidad de recibir el sacramento del matrimonio". Sin embargo, "a raíz de la vivencia de fe que observaron en su hijo menor, Víctor, desde muy niño, se inició en ellos un proceso de conversión religiosa que culminó con su boda por la Iglesia". La boda había sido la primera vez en la que Mara tomó la comunión.

La historia de conversión del matrimonio y de la enfermedad de Mara fue conocida por el papa Francisco a través del periódico Paraula de la diócesis de Valencia, al enviarle un ejemplar el sacerdote Luis Miguel Castillo, rector de la de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Valencia, donde la pareja se casó. Junto con la felicitación, Francisco añadió un mensaje de ánimo escrito de su puño y letra, concluyendo: "Rezo por ustedes y, por favor, no dejen de hacerlo por mí".

La carta manuscrita del Papa Francisco

El pasado 16 de enero Mara falleció a los 66 años, tras luchar contra el cáncer que le fue diagnosticado hace dos años, y de nuevo Paco Roig ha expresado su testimonio de fe: "Me encuentro en paz, aunque Mara se ha ido demasiado pronto. Ella se fue en paz porque se había reconciliado con Dios".

En una entrevista en el último número de Paraula, Paco traslada su agradecimiento "a Dios, a los médicos que han atendido a Mara durante su enfermedad y a la comunidad cristiana que nos ha acompañado" y ha mostrado, en pleno duelo por su mujer, su serenidad: “El Señor ha sido bueno con nosotros y hemos encontrado además mucha ayuda en los médicos y en los sacerdotes y hermanos de fe; ha sido un proceso muy duro y ahora me encuentro desubicado, pero ellos han hecho todo esto mucho más llevadero”.