El ayuntamiento de València estrecha el cerco a los propietarios (particulares y promotoras) de los 4.924 solares urbanizables paralizados en la ciudad. La comisión de Desarrollo y Renovación Urbana aprobó ayer la actualización de los criterios de Registro de solares y edificios a rehabilitar (Rmser)para darle un nuevo impulso a esta herramienta ampliando hasta el primer Ensanche, delimitado por Pérez Galdós y Giorgeta, el ámbito de actuación. Esto supone la inclusión como zonas prioritarias de los barrios de Botànic, Petxina y Arrancapins (Extramurs). Hasta ahora solo se incluían como zonas prioritarias para el registro los centros históricos de Ciutat Vella, el Cabanyal, y los «eixamples» de Russafa, Quart, Convento Jerusalén y Padre Jofre.

El Ayuntamiento de València creó el registro de solares, figura regulado en la Lotupv, en 2005 pero durante años apenas tuvo uso y quedó prácticamente parado a raíz de la crisis inmobiliaria y las dificultades de los propietarios para financiar las actuaciones. La inclusión en el registro de solares, donde en la actualidad hay 59 parcelas y edificios, permite al ayuntamiento o a un tercero edificar, expropiar o decretar una venta forzosa por incumplimiento del deber de edificar o por abandono del inmueble. El ayuntamiento puede meter en el registro un solar que lleve más de dos años parado. Si bien en la práctica solo hay medio centenar de solares inscritos.

Ya con el nuevo gobierno progresista, en 2017 se modificaron los criterios de inclusión en el registro, pese a lo cual los resultados traducidos en edificación de los solares vacíos tampoco han sido, con excepciones como los edificios ruinosos de la plaza del Doctor Collado, los esperados. Al menos estadísticamente.

La ciudad suma casi 4.924 solares vacíos, según los datos del Catastro de Bienes Inmuebles que recoge el último anuario estadístico del Ayuntamiento de València. Los vecinos del Carmen, con 107 parcelas paradas, reclamaron la semana pasada la inclusión de 48 en el registro para destinarlos a ampliar el parque de viviendas y frenar la pérdida de vecinos.

El Carmen es uno de los barrios con mayor números de solares vacíos, pero no el que más tiene, que es Benimàmet (502). Le siguen el Cabanyal-Canyamelar, donde décadas de abandono y derribos del derogado plan de la prolongación de Blasco Ibáñez han dejado 370 solares, muchos de ellos de titularidad municipal, a los que ahora se intenta dar salida a través del nuevo plan especial de protección. Malilla tampoco se queda atrás con 327 y dentro de las pedanías, Castellar se lleva la palma (231). También destacan Natzaret (154) y el Camí de Vera, al lado del controvertido PAI de Benimaclet, con 117 solares parados. Los tres barrios (Petxina, Botànic y Arrancapins) incluidos en área prioritaria del registro suman 67 solares.

En la modificación del registro de solares de 2017 se fijaron criterios de inclusión territoriales, con zonas prioritarias, y criterios materiales, que afectarían a edificios y solares declarados fuera de ordenación que ocupan la vía pública, los que provengan de demoliciones de ruinas inminentes o los que incumplan reiteradamente las órdenes de limpieza o vallado.

Además, se fijó la obligatoriedad de depositar un aval a los propietarios para evitar la picaresca de los que solicitaban licencia para que no se les incluya pero nunca llegaban a edificar.

Ahora Urbanismo endurece y amplía los supuestos en los que se podrá activar el proceso de inclusión en el registro, que se producirá cuando la licencia de nueva planta o la cédula urbanística solicitada caduquen. Además se fijan criterios para cuantificar la merma del aprovechamiento que se aplica a los propietarios incluidos en el registro. Así, cuando un tercero opte a ejecutar el solar, el propietario tendrá una merma del aprovechamiento que puede llegar hasta el 50%. Los nuevos criterios establecen una reducción del 10% para solares de hasta 100 metros cuadrados; 20% entre 100 y 200 m2; 30% en solares de entre 200 y 300 m2 y 40% si tiene más de 300 m2. Además, si el solar vacante está ubicado en un área de conjunto histórico declarado BIC, los porcentajes se incrementan un 10%.

En el caso de los edificios catalogados a rehabilitar, si la protección es tipológica, se aplicará un 10%; si es ambiental un 20%; si es parcial un 30%; y si es integral un 40%. Si el edificio desaparece por incumplimiento del deber de conservación, se penalizará al dueño con una reducción del 50% del aprovechamiento.

solares abandonados y degradación urbanística.

Benimàmet, Cabanyal, el Carmen y Malilla a la cabeza

El Carmen es uno de los barrios donde los solares vacíos (107) más quejas vecinales genera. Sin embargo, no es el que más tiene. El mayor número de parcelas vacías está en Benimàmet (502), seguido del Cabanyal-Canyamelar, donde décadas de abandono y derribos vinculados al derogado plan de la prolongación han dejado 370 solares vacíos. Malilla, con 327, tampoco se queda atrás y dentro de las pedanías destaca Castellar, con 231. En Natzaret se cuentan 154 solares.