El concejal del grupo Popular de València Santiago Ballester ha pedido al gobierno municipal que antes de implantar la histórica «tira de contar» fuera de Mercavalencia, «cuente con el consenso de los vendedores de los mercados municipales y el comercio de proximidad, y garantice que no se romperá la cadena de distribución que podría provocar competencia desleal», explicó. El ayuntamiento, sin embargo, ha explicado que lo que se ha implantado en los mercados de Mosen Sorell y el Cabanyal no es «tira de contar», sino puestos puntuales que pagan sus tasas como los mercadillos ambulantes. Y aseguran que los otros mercados alimentarios que se están preparando en Castellar, Mercado de Colón, Benimaclet y Malilla irán en lugares donde no hay mercado municipal.

Según Ballester, «Los vendedores de frutas, hortalizas y verduras tienen que soportar la carga impositiva del Ayuntamiento de València y les cuesta mucho sacar adelante sus pequeñas empresas, por lo que merecen un mismo trato que otros vendedores que ofrezcan los mismos productos, y ser escuchados antes de que se tome una decisión que pueda perjudiciales».

De esta manera, Ballester ha indicado que en el PP «consideramos que es necesario que se haga un estudio para determinar el posible impacto de esta medida en la actividad económica de los puestos de verduras y frutas de los mercados municipales y del comercio de proximidad».

En los mercados, mejor

El edil popular ha advertido que en los mercados municipales hay puestos libres donde podrían instalarse cumpliendo las mismas medidas sanitarias y con iguales condiciones fiscales respecto al pago de tasas municipales. «Si no se garantizan las mismas condiciones a todos los vendedores nos parece una medida desacertada», dijo.