El Ayuntamiento de València ha cerrado el año 2020, el más duro desde el punto de vista sanitario y económico, con un superávit de 53 millones de euros, mientras que el 2019 finalizó con 57’7 millones y 2018, con 62’1 millones. El alcalde Joan Ribó ha explicado, por tanto, que es una cifra más baja que en años anteriores, pero la considera “buena porque nos permitirá afrontar la situación compleja causada por el coronavirus”.

Precisamente, el concejal de Hacienda y Presupuestos, el socialista Borja Sanjuán, ha advertido que este dinero debe ser destinado a paliar los efectos de la epidemia o a ayudar a quienes más la están sufriendo. Bajo ningún concepto admitirán, dice, que ese dinero se destine a pagar deuda, como ocurrió el año pasado con los 32 millones de los remanentes.

Hay que recordar que en el año 2020, en plena crisis sanitaria y económica, el Ayuntamiento de València, con las discrepancias de los socialistas, decidió destinar los 32 millones del remanente de 2019 a amortizar deuda bancaria, una operación muy criticada desde todos los ámbitos sociales por la necesidad que había de ese dinero para atender, por ejemplo, a los autónomos y las pymes cuyos negocios habían estado cerrados por el virus o su trabajo se había visto seriamente limitado.

Siguiendo con las cuentas municipales, el Ayuntamiento de València ha anunciado el cierre de 2020 con una ejecución presupuestaria del 83% y una ejecución en las inversiones previstas de 83’4 millones de euros, el segundo dato más alta de esta corporación por detrás del año 2016, año en que se situó en 89 millones de euros. Esto ha permitido a Ribó asegurar que “los presupuestos en esta casa se hacen bien y se ejecutan mucho”.

El alcalde ha destacado que se trata del segundo dato más alto en ejecución de inversiones de los últimos años. Solo en el año 2016 la cifra fue más elevada al situarse en 89 millones de euros. Ribó ha recordado que, en 2019, la ejecución de las inversiones estuvo en 72 millones; en 2018, en 79; y en 2017, también en 79. Joan Ribó ha afirmado que “se trata de resultados provisionales porque están pendientes de firma pero, seguramente, se firmarán mañana”. El alcalde ha avanzado que le parece “un buen resultado a pesar de vivir una situación como la del covid-19 que comporta una serie de limitaciones” y ha pedido “que se compare con los tres últimos años de gobierno del Partido Popular en el consistorio, donde la media de ejecución de inversiones fue de 49 millones mientras que, en 2020, nosotros estamos en 83’4”.

Aun así, Ribó ha querido destacar que el Tribunal de Recursos Contractuales “está retrasando meses y meses, que llegan prácticamente a años, algunas inversiones”. En este sentido, el alcalde ha puesto como ejemplo las obras de reforma de la plaza de la Reina, el Palau de la Música “y otras inversiones menores pero que son muchos millones de euros”.

Con esta cifra de inversiones, la ejecución presupuestaria de 2020 llegó al 83%. El alcalde ha señalado “la importancia de la inversión pública en épocas de crisis como la que vivimos en estos momentos porque fomenta la creación de ocupación, impulsa la actividad económica y sirve como protección social”.

La portavoz del Grupo Popular; María José Catalá, ha criticado “la pésima e ineficaz gestión de Ribó y el PSPV”, que ha impedido que se ejecuten el 57% de las inversiones previstas en el presupuesto de 2020 del Ayuntamiento. Tan solo se han ejecutado el 43,5% de las inversiones, lo que ha supuesto que se queden 108 millones sin ejecutar. (Habían presupuestado 191,7 millones y sólo se ha ejecutado 83,4)

La portavoz del Grupo Popular, María José Català, ha asegurado, sin embargo, que “la tercera capital de España no puede permitirse un gobierno que no sea capaz de invertir en el futuro”, y ha insistido una vez más en “la importancia de que las inversiones lleguen a los barrios para crear nuevas infraestructuras y servicios, y para mejorar el mantenimiento de las dotaciones en funcionamiento”.

Con estas cifras, ha lamentado, que “el 2020 haya sido otro año de oportunidades perdidas para València, porque las inversiones públicas son también muy importantes para crear empleo, y la baja ejecución son un impedimento más para la reactivación económica”.

Catalá ha manifestado que “los valencianos nos merecemos un cambio, porque necesitamos un gobierno activo y eficaz, que en una situación como la actual tan delicada y de paralización de la economía por la pandemia, fuera capaz de exprimir al máximo todos los recursos presupuestarios con los que cuenta para dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida de los barrios de la ciudad.”