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Personal rechaza 120 peticiones de aumento salarial de funcionarios

La pandemia obliga a modificar los criterios de evaluación de los empleados públicos

Funcionarios en un juzgado. J. M. López

El servicio de Recursos Humanos del Ayuntamiento de València, dependiente de la Concejalía de Gobierno Interior, ha rechazado al menos 120 solicitudes de funcionarios municipales en las que planteaban mejoras retributivas en aplicación de la «carrera profesional», cuya implantación permite evaluar y premiar el trabajo de los empleados públicos en base al cumplimiento de unos objetivos.

La aprobación en 2017 del reglamento que regula la carrera profesional del Ayuntamiento de València fue anunciado como un avance en la modernización de la administración local, si bien la pandemia del coronavirus ha dificultado su implantación.

Los argumentos de antigüedad y formación invocados por los 120 funcionarios no parecen haber convencido a sus evaluadores, que por ahora los han rechazado. Así al menos está previsto que se apruebe hoy en la Junta de Gobierno Local.

Para implantar la carrera profesional el ayuntamiento empezó a introducir en 2018 mecanismos horizontales de progresión que permiten avanzar al personal funcionario de carrera, tanto desde un punto de vista retributivo como de prestigio profesional. Así, todos los años los servicios municipales aprueban una serie de objetivos que «representan elementos de reto que son abarcables».

La implantación de la carrera profesional se está realizando por fases dada la complejidad en la fijación de dichos objetivos y criterios para evaluar el personal, al que la crisis sanitaria ha puesto este último año a prueba.

Factores de evaluación

Tal como informó este diario, el reglamento, que en mayo pasado fue modificado, contempla siete factores de evaluación, el primero mide el logro de objetivos tanto colectivos de cada servicio como individuales de los funcionarios.

El segundo solo mide objetivos individuales, el tercero valora la profesionalidad, el cuarto la asistencia al puesto de trabajo, el quinto mide la capacidad de generar valor público a través de la calidad del trabajo, el sexto valora los conocimientos adquiridos y la formación y el séptimo la transferencia de conocimientos.

El servicio de Evaluación de Servicios y Gestión de Calidad es el responsable de organizar y revisar el proceso, en el que administración electrónica, que durante la pandemia se ha desarrollado exponencialmente, ha jugado un papel decisivo, puesto que la mayoría de expedientes están ya digitalizados. El reglamento permite medir los retrasos en la tramitación de los expedientes.

Entre los objetivos que premian a los funcionarios se incluyen ejecutar el cien por cien de los presupuestos asignados a cada servicio, respetar el periodo medio de pago a proveedores, hacer más ágil la gestión de expedientes administrativos, o remitir las facturas conformadas a la intervención antes de ocho días naturales desde su presentación en el registro de facturas electrónicas.

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