La responsabilidad por la actual situación sanitaria por parte de la ciudadanía si sitúa, en ocasiones, al mismo nivel que la irresponsabilidad por el incumplimiento de las restricciones impuestas por la Generalitat. Incluso, entre convivientes.

La rocambolesca historia ha sucedido en València, donde una patrulla de la Policía Local se desplaza a un domicilio de la calle Albocàsser, tras la llamada de una mujer. Al llegar hasta el lugar, la chica relata a los agentes que las otras dos personas con las que vive están celebrando una fiesta en la misma vivienda, saltándose todas las restricciones de confinamiento, además de estar sin mascarilla ni guardar las distancias.

Tras la conversación, la mujer permite a los agentes que accedan a la vivienda, localizando a otras siete personas de varias nacionalidades (además de española, había franceses, alemanes y holandeses), que se habían escondido en varias dependencias de la casa, como el armario o debajo de la cama, al percatarse de la presencia policial.

La Policía Local levantó nueve actas de propuesta de sanción por reunión de personas no convivientes y restricciones de movilidad, eran las 23.20 horas y rebasaban el toque de queda, y otras nueve por no llevar mascarilla.