El Ayuntamiento de València, a través de la Concejalía del Ciclo Integral del Agua, trabaja para convertirse en espacio 100% libre de botellas de agua de plástico de un solo uso. Esta medida pretende no sólo potenciar el consumo de agua del grifo en todas las dependencias municipales, sino servir de contribución medioambiental para reducir la huella de carbono que implica beber agua embotellada respecto de la del grifo y reducir los residuos que se producen.

La concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, afirma que en el Ayuntamiento de València «debemos dar ejemplo de administración sostenible y que nuestros espacios, donde trabajan más de 5.000 personas, estén libres de botellas de plástico de un solo uso, y conseguirlo en un plazo corto de tiempo». Si como administración , «estamos implicando a la ciudadanía en una conciencia medioambiental relacionada con el consumo de agua que reduzca la huella de carbono, debemos ser los primeros que contribuyan a ese cambio», subraya.

Valía ha resaltado que este cambio de mentalidad colectiva que priorice el consumo de agua del grifo frente a la embotellada «debemos hacerlo de forma decidida pero paulatina, generando primero las alternativas de consumo que sean de calidad y acciones de concienciación e información para conseguir entre todos el objetivo marcado». En este sentido, la concejala ha recordado que a finales de febrero «se instalaron 14 fuentes de agua del grifo filtrada y refrigerada de nueva generación que permite el acceso a agua de mejor sabor en las dependencias municipales y trabajamos para seguir ampliando el número de fuentes en todos los espacios municipales en un plan a corto plazo», recuerda.

En concreto, dentro del convenio con Global Omnium de potenciación del consumo de agua del grifo, se instalaron 7 fuentes en el edificio de Tabacalera, 5 en el edificio de la plaza del Ayuntamiento, 1 en Bomberos y 1 en Policía.

Con todo, «las cifras de consumo de agua embotellada en Valencia son escandalosamente altas, ya que se calcula que más de un 60% de las vecinas y vecinos de la ciudad consume agua embotellada. Esto genera un impacto medioambiental inasumible». Así, ha apuntado que el agua con más garantías que puede beber una persona «es el agua del grifo ya que está muy controlada con análisis diarios tanto en su tratamiento como en la distribución». «Es segura, -recalca- buena para el planeta y también para la economía de las familias, ya que una familia de 4 miembros que bebe agua del grifo se ahorra más de 500€ al año frente a una que consume agua embotellada», finaliza.