«Los vecinos de Pelayo contra la creación de un Chinatown. Desde el respeto máximo por la comunidad china y sin ánimo de provocar ningún tipo de controversia cultural, los vecinos del barrio de La Roqueta rechazamos frontalmente la colocación de Arcos chinos en nuestras calles, aprobada por el Ayuntamiento de València». Así empieza el texto que encabeza las hojas donde al menos 300 residentes de este barrio valenciano han firmado ya.

Vecinos, comerciantes y propietarios y empleados de bares y restaurantes, han iniciado una recogida de firmas para que no se instalen los arcos chinos en esta barriada valenciana y para que no se cree el Chinatown en las calles de Pelayo, Matemático Marzal, Convento Jerusalén, Estrella y otras adyacentes. Una de las promotoras de esta recogida de firmas es la peluquera Anna Sánchez quien confirmó a Levante-EMV que las hojas se han repartido en distintos puntos de La Roqueta como el Mercado Municipal de Jerusalén, el bar Marzal, la Peluquería El Saloncito de Anna, la librería París-Valencia y otros establecimientos de la zona. Esta portavoz vecinal señaló a este diario que una vez reunidas un número considerable de firmas, las van a presentar en el Ayuntamiento de València para que se reconsidere este proyecto que entienden que atenta «contra la personalidad y la cultura propia de nuestro barrio». En ningún caso, se trata de una cuestión de «xenofobia o racismo» contra la comunidad china o la cultura asiática sino que consideran que instalar estos arcos orientales supondría «una creación artificial» que no responde a la realidad de La Roqueta. «Somos un barrio histórico valenciano, con patrimonio arquitectónico y cultural, como lo demuestran el Trinquete de Pelayo y nuestras Fallas centenarias, con un histórico arraigo popular y rico en comercios locales», subraya este manifiesto. Desde hace años, «hemos acogido a numerosos comercios chinos, que han sido tratados siempre con respeto y voluntad integradora. Pero Pelayo no es un barrio chino. La grandísima mayoría de los residentes del barrio no somos de origen oriental, igual que muchísimos comercios. Y, por eso, no aceptamos una realidad impuesta con el único objetivo de construir artificialmente un atractivo turístico», lamentan.

"Con el respeto máximo a la comunidad china" un manifiesto vecinal rechaza colocar los pórticos en Pelayo

Por último, otra vecina subraya que el Ayuntamiento «tendrá que escuchar a los vecinos», sus responsables «no han valorado las connotaciones sociales y económicas que tiene poner estos arcos chinos». «En nuestras calles conviven muchas culturas distintas que abrazamos e integramos pero no podemos aceptar un proyecto que nos impone una cultura», añade.