La crisis del coronavirus ha venido acompañada en los últimos meses por un inusual alto número de renuncias a las viviendas de alquiler que gestiona la empresa municipal Aumsa. Entre el año pasado y este se han quedado vacías, bien porque sus inquilinos no han podido hacer frente a los pagos, bien porque se han mudado a otro lugar, 30 viviendas públicas de Aumsa, que cuenta con un parque de pisos de alquiler de casi 700 viviendas.
La Asociación de Inquilinos de Vivienda Pública, entidad constituida hace ocho años para defender el acceso a estos pisos de precios más asequibles, advirtió ayer de la existencia de decenas de pisos vacíos de Aumsa que corren el riesgo, afirma su presidente, Trini Piquer, de ser ocupados. Piquer demandó a la concejala de Desarollo Urbano y presidenta de Aumsa, Sandra Gómez, que active los mecanismos para adjudicar estas viviendas vacías a alguno de los más de 700 demandantes que hay en lista de espera.
Las fuentes de Aumsa consultadas admitieron ayer que se ha producido un aumento de las renuncias a los pisos si bien niegan que los inmuebles estén parados. De los 30 que se han quedado vacíos, donde ya se ha intervenido para limpiar, pintar y acondidionar, hay 11 que se han adjudicado a nuevos inquilinos. Se han sacado a licitación otros siete inmuebles, por lo que quedan 12 más, que se licitarán en breve, por adjudicar.
Hay que recordar que los pisos de Aumsa no son viviendas sociales sino viviendas públicas cuyas condiciones de acceso están sujeta a condiciones de renta mínima (y máxima) para los demandantes, que no pueden tener otras propiedades.
En relación a la lista de espera de demandantes de inmuebles, Aumsa sopesa establecer mecanismos para revisar antes de inscribir a los demandantes en la lista si estos cumplen los requisitos en un intento de obtener un listado real de demandantes. Como sea, la empresa pública prevé aumentar en breve el parque público de viviendas. El nuevo plan de vivienda prevé la construcción de 300 pisos, en distintas zonas del centro histórico (Tapinería y Sogueros), en Tarongers y en Moreras.
Otro de los asuntos pendientes de resolver por parte de Aumsa es la opción de compra de un centenar de viviendas cuyos inquilinos piden una rebaja del precio y que está pendiente de la resolución del Consell Jurídic Consultiu.
