Dos directivos de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València Juan Pablo Borregón y Eugenia López; y el presidente del Comité de Empresa Gabriel de las Muelas han presentado su dimisión y se marchan de sus responsabilidades en la compañía.

Juan Pablo Borregón, director de recursos humanos de la empresa pública valenciana, ha hecho efectiva su renuncia esta misma semana, mientras que Eugenia López, responsable del servicio de prevención de Riesgos Laborales, la hizo hace unos días. En ambos casos, según han confirmado diversas fuentes del Consejo de Administración a Levante-EMV, ambos altos cargos han dejado su cargo «por discrepancias con el presidente de la compañía Giuseppe Grezzi y porque no les han dejado desarrollar la labor para la que se les contrataron tal como entienden que debería hacerse».

En el caso de Borregón, parece haber influido en su decisión, indican fuentes de toda solvencia, el desgaste derivado de los juicios y pleitos vinculados al departamento de personal que ha tenido que enfrentar en los últimos meses la EMT. En particular, los relacionados con la exdirectiva despedida Celia Zafra, que siguen abiertos en el Tribunal de Cuentas de Madrid y en el Tribunal Superior de Justicia.

Además, tras el fraude de los 4 millones, se han adoptado una serie de cambios organizativos que podrían haber motivado las decisiones de ambas personas, «que no compartían la línea ejecutiva de Grezzi», puntualizan las mismas fuentes.

En el tercer caso, el presidente del Comité de Empresa Gabriel de las Muelas ya anunció el lunes pasado, en el Consejo de Administración de la EMT, que iba a renunciar a su cargo. Al parecer, hoy mismo está previsto celebrar una reunión del órgano de representación de los trabajadores para dar cuenta de la renuncia y abordar el proceso para su sustitución. De las Muelas pertenece al sindicato Aptuv, que ha sido acusado en diversas ocasiones por las centrales sindicales tradicionales -UGT, CCOO y CGT- de ser cercano a Grezzi y Compromís. Con todo, la huelga desarrollada en la flota de autobuses entre el 15 de septiembre y el 19 de octubre del año pasado, y las tensiones con otros sindicatos, por las diferencias en el modo de plantear las reivindicaciones laborales y salariales, parecen haber sido el denotante de la marcha de este sindicalista. Además, los meses de la pandemia, en los que los conductores han trabajado durante varios meses sin todas las mamparas en sus vehículos también han provocado más tensiones entre los sindicatos.

La marcha de estos tres trabajadores de sus responsabilidades directivas y sindicales no hace sino agravar la crisis que vive la EMT tras conocerse que ha cerrado 2020 con unas pérdidas de 18 millones y en constante tensión por las causas judiciales abiertas en el Tribunal de Cuentas y en un juzgado de València con motivo de la investigación por el fraude de los 4 millones.