El concejal del Grupo Municipal Popular, Santiago Ballester, ha alertado que la ciudad de València presenta indicadores de delincuencia preocupantes. «El balance de criminalidad del año pasado está claramente marcado por la pandemia. Sin embargo, si el descenso en infracciones penales es prácticamente generalizado en el país, en València encontramos algunos tipos que nos preocupan», dijo.

Así, mientras a nivel nacional, de media, ha habido un descenso de infracciones penales del 19,4% con respecto al mismo periodo del año 2019, en la ciudad de València ese descenso está por debajo de la media nacional (18,1%). En otras grandes ciudades, de hecho, se ha registrado una caída mayor de tipos delictivos. Así, en Madrid la bajada de la delincuencia ha sido del 23,5%, en Barcelona la caída es del 40,5%, en Sevilla del 24%, o Bilbao, 25,2%.

En cuanto a los tipos penales, en la ciudad de València hay un incremento de los homicidios dolosos y asesinato en grado de tentativa (13,8%), del secuestro (100%), agresión sexual con penetración (23,5%), y del tráfico de drogas (2,9%).

Sin embargo, en otras grandes ciudades no se registran repuntes tan importantes. Así, mientras que en València hay aumentos en 4 tipos penales, en Madrid solo se registra uno. Es el caso de homicidio dolosos y asesinato en grado de tentativa, con un crecimiento inferior al que se observa en València (Madrid, 11,4 y Valencia 13,8).

En el caso de Barcelona, frente a los 4 tipos penales que suben en València se observan dos subidas: Secuestro y tráfico de drogas . El mismo caso ocurre en Sevilla.

«Frente a estos datos, desde el PP volvemos a reclamar a Ribó y al PSOE que pongan en marcha un plan de choque contra la escalada de inseguridad en muchos barrios, ya que hay vecinos de Benimàmet, Marxalenes, Monteolivete, Eixample, Soternes, entre otros, que han alzado la voz de alarma y piden mayor presencia policial», explicó Santiago Ballester.

Recientemente, durante una visita al barrio de Soternes, la portavoz del PP, María José Català, denunció el incremento de la inseguridad en esta zona, en particular por la concentración de jóvenes, la organización de botellones y, a la postre, por las reyertas que se sucedían en el barrio, un problema que la Policía Local ya estaba trabajando, según sus máximos responsables.