"No se ha contado con los valencianos, sino que el interés empresarial prima en las decisiones tomadas a cientos de kilómetros de València. No ha habido comunicación previa con el Ayuntamiento de València, ni documentación, ni informes ni los añadidos al proyecto, y el Gobierno de España se descuelga con que deja en manos de la Autoridad Portuaria la decisión de hacer –o no- una nueva Declaración del Impacto Ambiental para la ampliación Norte del Puerto: sin duda, un lavado de manos del Gobierno de España. En términos bíblicos es una decisión a lo Poncio Pilatos". Así se ha referido el alcalde Joan Ribó a la decisión del Gobierno de España de dar libertad de acción a la Autoridad Portuaria para ampliar el recinto en su parte norte para generar una nueva terminal de contenedores.

El alcalde siempre ha mostrado su oposición al proyecto, que ahora, tras conocer la decisión, ha redoblado. Apelando a factores ambientales y de logística. Por una parte, hace cálculos: "eliminado el dragado hasta 22’5m del canal de entrada de la ampliación que perjudicaba seriamente las playas del sur habrá que concretar de dónde vendrán los materiales para llenar la futura ampliación. No es cualquier cosa. Son millones de metros cúbicos de materiales que habrá que meter en la ampliación. ¿Estamos ante un nuevo ataque al litoral de València, ahora por parte de quienes tenían la obligación de protegerlo?"

Sobre la movilidad cuesitona "qué planes tiene el Puerto de València para no saturar de camiones la ciudad y el área metropolitana Tendrá que decirnos de una vez por todas si piensa llevar a cabo la salida norte y, en caso afirmativo, cómo piensa hacerla. Y también explicarnos cómo piensa compaginar este crecimiento de movilidad con el proyecto de ley de cambio climático que precisamente acaba de aprobarse en el Congreso hace pocos días y que supone un descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero muy considerable. Gobernar con valentía implica ser consecuente y aplicar los hechos a los discursos".

"Así no. El Ayuntamiento de València debe velar por el bienestar de su ciudad, por el económico, por supuesto, pero también por el de todos sus barrios y su ciudadanía. Si no es así, conmigo que no cuenten" ha enfatizado Ribó.