Las obras que se desarrollan en el entorno de la calle María Cristina no dejan de sorprender. La renovación de las conducciones de agua, trabajo previo a la peatonalización de las plazas del Mercado y Brujas supone excavar. Y raro es que estos trabajos no desentierres vestigios de la València de hace años, décadas o siglos.

Si lo normal es encontrar pavimentos, en esta ocasión se ha encontrado un objeto de coleccionista. Así lo ha desvelado la ermpresa especializada en trabajos arqueológicos, Semar, que revelaba un hallazgo, cuanto menos, sorprendente: "Al desmontar un imbornal existente en el pavimento de adoquines del siglo XIX, se encontró una botellita de vidrio en la que se puede leer "Farmacia de San Antonio del Doctor Calvo".

Estamos hablando del centro neurálgico de la ciudad, donde se conservan fincas de época. Y con las señas de Mercado 70, esquina con la calle Ercilla, los arqueólogos decidieron acercarse "y la sorpresa fue que en este lugar aún se conserva la decoración, vitrinas, cajones, armarios, etc. de la antigua farmacia, aunque la actividad actual es la venta de productos valencianos".

Todavía pueden encontrarse objetos de compraventa de ese antiguo comercio. Como una estampa promocional de su hierro en gotas que, por seis reales el frasco, "cura la clorisis, anemia, debilidad, fluc, etcétera. Vigoriza la sangre y restablece el apetito". Cuéntase de él que su establecimiento era de los más importantes en aquella València, llegándose a asegurar que despachaba hasta cien mil recetas al año.

Según la Revista de la Societat Catalana d'Historia de la Farmàcia, Francisco Calvo Sebastián (1839-1896), turolense de nacimiento, es "uno de los catedráticos más destacados de la Facultad Libre de València en materia de "farmacéutica aimal y mineral". Se destaca de él, precisamente que "pronto también se dio cuenta de la importancia de la publicidad en la promoción y difusión de los primeros medicamentos fabricados industrialmente, a veces en las propias reboticas. Así se aprecia en tarjetas, folletos, calendarios,almanaques y otros medios publicitarios que promocionaban muchos específicosque distribuía de forma exclusiva en Valencia. Actitud profesional que, pese a las censuras que mereció de otros compañero más conservadores, anclados todavía en la farmacia del pasado, estaba perfectamente en línea con lo que sucedía en los países más avanzados de Europa y América". Como la botella de un establecimiento farmacia-droguería que más de 120 años después, ha salido a la luz nuevamente.