Los trabajadores del hospital La Fe y seguramente muchos de los pacientes y familiares que acuden al centro sanitario llevan un año sufriendo constantes robos en sus vehículos, a los que rompen el cristal del conductor durante el turno de noche aprovechando la oscuridad del entorno y el toque de queda. Su problema ha sido denunciado a la policía, entre otras cosas porque es imprescindible para cobrar el seguro, pero la ola no se ha detenido y este mismo viernes volvieron a ser asaltados tres vehículos en la puerta principal del hospital.

Noche, soledad y oscuridad

Es ahí, precisamente, donde al parecer ocurren la mayoría de los incidentes. Según explicó una de las trabajadoras afectadas, esto viene ocurriendo desde hace un año aproximadamente, coincidiendo con la entrada en vigor del estado de alarma y el toque de queda. «A partir de las 10 de la noche ya no hay nadie en los alrededores y la puerta principal del hospital se cierra también a las 11», de manera que «a esa hora solo hay algo de movimiento en la puerta de urgencias», asegura esta trabajadora, según la cual se añade a esas circunstancias el hecho de que en todo el entorno del hospital y concretamente en esa puerta principal la iluminación sea muy escasa.

Lo normal, explica, es que el ladrón o ladrones rompan la ventanilla del conductor y lo revuelvan todo para ver qué se llevan, un hecho que es grave, pero que, dadas las circunstancias, puede ser peor. «A mi y a otras mujeres nos da miedo salir al aparcamiento porque no sabes lo que te puede pasar», explica esta trabajadora.