Los vecinos y comerciantes que se han movilizado en el barrio de La Roqueta contra el Chinatown de la calle Pelayo y adyacentes han reunido ya medio millar de firmas de residentes, trabajadores, propietarios de negocios y clientes de la zona que rechazan el proyecto aprobado en los Presupuestos Participativos de 2020-21. «Los vecinos de Pelayo contra la creación de un Chinatown. Desde el respeto máximo por la comunidad china y sin ánimo de provocar ningún tipo de controversia cultural, los vecinos del barrio de La Roqueta rechazamos frontalmente la colocación de Arcos chinos en nuestras calles, aprobada por el Ayuntamiento de València». Así empieza el texto que encabeza las hojas donde al menos 500 personas han estampado sus rubricas.

Anna Sánchez, propietaria de la peluquería El Saloncito de Anna y portavoz del colectivo contrario a ubicar los arcos chinos en el barrio, apuntó ayer que la intención de los vecinos movilizados es reunir al menos entre 600 y 700 firmas, el doble de lo que logró la propuesta de de inversión en el Decidim 2020-21 (342 votos por internet).

Como publicó Levante-EMV, vecinos, comerciantes, propietarios y empleados de negocios, bares y restaurantes han iniciado una recogida de firmas para que no se instalen los arcos chinos en esta barriada valenciana y para que no se cree el Chinatown en las calles de Pelayo, Matemático Marzal, Convento Jerusalén, Estrella y otras adyacentes.

«Contra la cultura del barrio»

Las hojas se han repartido en distintos enclaves de La Roqueta como los puestos del Mercado Municipal de Jerusalén, el bar restaurante Marzal, papelería Sanz, la peluquería El Saloncito de Anna, el Almacén de Óptica Pelayo, la librería París-Valencia y el estanco de la Calle San Vicente. Esta portavoz vecinal reiteró que una vez reunidas las firmas, las van a presentar en el Ayuntamiento de València para que se reconsidere este proyecto que entienden que atenta «contra la personalidad y la cultura propia de nuestro barrio».

La comunidad de vecinos de La Roqueta, movilizada contra la colocación de los arcos chinos aprobados por el Ayuntamiento de Valencia, «rechaza radicalmente cualquier acto xenófobo u ofensivo contra la comunidad china, sea cual sea su procedencia», indica un comunicado remitido por este colectivo a este periódico. Desde el inicio de las movilizaciones, «tanto en nuestras manifestaciones públicas como en el escrito de recogida de firmas, hemos subrayado siempre que la protesta contra los arcos no esconde ningún tipo de motivación racista».

Durante años, añaden, «hemos convivido pacíficamente todos los vecinos, y seguiremos haciéndolo, sea cual sea nuestra procedencia, cultura o religión». «Nuestra oposición a los arcos se basa precisamente en el reconocimiento del carácter multicultural del barrio», enfatizan. «La creación de un “Chinatown” artificial en València atenta precisamente contra esa multiculturalidad, además de ser un ataque sin precedentes contra la identidad y el patrimonio valencianos de nuestras calles», subrayan.

Por último, el manifiesto que encabeza las hojas para firmar, hace hincapié en que este proyecto «no se ha consultado, ni ha contado con la aprobación de los vecinos afectados» y subrayan que los verdaderos puentes culturales «se construyen desde el respeto mutuo, no desde la imposición de una cultura ajena».