Los planes de reurbanización y renaturalización de la avenida del Puerto anunciados en marzo por la concejalía de Desarrollo Urbano irán más allá del ámbito estricto de esta calle e integrarán también el entorno del Tinglado 2 de la Marina de València y la reforma de las calles J.J. Dómine y Manuel Soto, por donde discurrirán las nuevas vías de las líneas 10 y 11del tranvía. Así se acordó ayer en la reunión que mantuvieron la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, con la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat, Anaïs Menguzzato, y con la jefa de planificación del Consorcio València 2007, Manuela Gras. La idea, según explicaron fuentes de la vicealcaldía, es coordinar las actuaciones de movilidad y mejora urbanística en este ámbito del frente marítimo para impulsar un proyecto unitario cuyo coste se estima en 18,7 millones de euros.

La integración del proyecto de remodelación del Tinglado 2, uno de los espacios gestionados por el Consorcio, en la reforma de la avenida del Puerto y J.J. Domine terminará con la duplicidad de carriles para el tráfico rodado y el aparcamiento en superficie que existe en todo esta ámbito. Parte de los carriles para vehículos se eliminarán para ganar espacio peatonal y mejorar la movilidad sostenible del entorno del Tinglado 2, uno de los proyectos pendientes de ejecutar dentro de la estrategia del Consorcio.

La pacificación del tráfico en J.J. Dómine y Manuel Soto da respuesta además a uno de los proyectos más votados de los presupuestos participativos.

La nueva planta viaria de la avenida del Puerto, en la que la delegación de Movilidad lleva un año trabajando, incorporará ahora el entorno de la Marina teniendo además en cuenta la conexión con el eje verde que conectará Natzaret con la Albufera.

La avenida ya fue remodelada con motivo de la Copa del América en 2007, convirtiéndola en una gran avenida de cinco carriles en sentido único hasta la Marina de València. La reurbanización anunciada ahora por el Gobierno del Rialto quiere dar la vuelta a esta avenida, eliminará dos carriles y una banda de aparcamiento en una de las aceras, ganará así siete metros para usos peatonales y se bajará el carril bici. Se ganará así un 70% de espacio para uso peatonal y de movilidad sostenible. Este será, a priori, el esquema a seguir también en J.J. Dómine.