Una comerciante de la plaza de la Reina mostraba ayer su «miedo» al concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, de que el centro histórico de València se convierta en «una zona muerta» para el comercio, «una zona simplemente residencial». Esta profesional dijo que el Ayuntamiento de València «está intentando hacer un centro verde, saludable y atractivo» con la puesta en marcha del Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella Nord, «pero nuestro miedo es que si no dejan pasar turistas, si no hay EMT ni metro...» los comercios del centro acaben por vaciarse o desaparecer».

La intervención de esta comerciante se produjo en un seminario organizado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que dirigió su presidenta, Eva Blasco, y en la que participó el concejal Grezzi, así como la jefa del Servicio de Movilidad Sostenible, Ruth López, para abordar «las muchísimas dudas» -en palabras de Eva Blasco- que genera la puesta en marcha de la fase punitiva de la APR, en la que se multará con 200 euros a los vehículos no autorizados que circulen por esta zona de València vigilada con cámaras. Blasco cerró el encuentro agradeciendo a Grezzi y López sus explicaciones porque la implantación progresiva de la APR «está generando mucho nerviosismo», al tiempo que pidió «flexibilidad y comprensión» en la puesta en marcha de la fase definitiva de las sanciones.

Ante las quejas de algunos comerciantes y profesionales de la zona, Grezzi contestó que cuando el centro «es caminable y cuenta con zonas amables se llena de gente» y se abren nuevos negocios. Otro profesional de la zona le inquirió al concejal sobre el «impacto económico de esta medida», «¿lo habéis evaluado ?», preguntó. El concejal le contestó que no tiene por qué haber «un impacto económico negativo».

La Federación de la Construcción Fevec, a través de su presidente, Paco Zamora, o los comerciantes del mueble de la Comunitat Valenciana, con Eligia Rodrigo, solicitaron que les permitan firmar convenios para colaborar en las tareas de dar de alta las matrículas en la base de datos del Ayuntamiento de València, ya que muchos de sus asociados tienen problemas para manejarse en internet y con los trámites burocráticos.

Otro empresario del transporte que vive en Ciutat Vella, Manuel Arellano, calificó de «tediosos y largos» los trámites para incorporar las matrículas de los vehículos a la plataforma del Ayuntamiento.

Una duda tiene que ver con los autobuses que llevan a turistas a los hoteles de Ciutat Vella Nord. Grezzi recordó que los grandes autocares «ya hace tiempo que no pueden pasar por María Cristina», donde está ubicada una de las cámaras. Ahora bien, en el caso de minibuses, el propio hotel podrá autorizar ese vehículo, dijo López. También recordó Grezzi que una empresa de autocares que da «un servicio regular, una vez ha dado de alta las matrículas no tiene que hacerlo cada vez», matizó.

Ante otra pregunta sobre las personas que acudan al teatro, Grezzi aclaró: «No se puede usar el vehículo sino es por una causa justificable e ir al teatro» no lo es, apuntó el edil. Por tanto, habrá que ir caminando o en taxi.

La técnica de Movilidad Sostenible subrayó que «estamos en un tiempo de transición» en cuanto a la aplicación de las multas. De momento, «no se sancionará pero sí se informará». Eso sí, cuando se sancione, solo habrá 5 días naturales para presentar el escrito en caso de que accedamos a Ciutat Vella y no estemos autorizados.

Grezzi, por último, se mostró colaborador: «Estamos verificando los requisitos para no perjudicar a nadie» dado que «la casuística» que plantean los empresarios y negocios es muy variada y compleja.