La Junta de Gobierno Local aprobó ayer la adjudicación del nuevo contrato de mantenimiento del alumbrado público con un presupuesto global de cerca de 16,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,5 % respecto del anterior.

El contrato consta de dos lotes: correspondientes a las zonas norte y sur de la ciudad. El vicealcalde y portavoz, Sergi Campillo, ha explicado que en el pliego se han incluido mejoras como el plazo de reparación de averías, que será de 24 horas a partir de que se comunique, excepto si es grave, que se reducirá a una hora. Asimismo, se instalarán más dispositivos de telegestión para controlar en tiempo real la luminaria, con «la previsión de alcanzar la totalidad del parque dentro de los próximos proyectos de inversión» (actualmente están implantados en alrededor de 12.000 puntos de luz). Junto a los instrumentos de telegestión, se colocarán sonómetros, puntos de acceso wifi y diversos tipos de sensores municipales, con la colaboración de la Oficina Smart City.

«Desde 2015 estamos siguiendo una política de eficiencia lumínica en esta ciudad, que era conocida como una de las capitales de la contaminación lumínica», ha manifestado el vicealcalde. «Se están haciendo muchos proyectos de inversión para cambiar las famosas bolas que teníamos por placas de led que tiran la luz hacia la acera y la calzada», una medida que supone menor impacto ambiental y ahorro económico. Otras características del nuevo contrato son las revisiones nocturnas, que se realizarán como mínimo una vez a la semana por todas las calles. Además, se incluye la exigencia de que los vehículos ligeros empleados sean eléctricos con etiqueta CERO emisiones. Las empresas contratistas han ofrecido cambiar 20.000 farolas ornamentales tipo Fernando VII a tecnología led y se renovará a tecnología led la totalidad o gran parte del alumbrado de barrios y zonas como Sant Isidre, Sant Marcel·lí, un tramo pendiente del Eixample, Benimaclet, Cánovas o las calles Castelló, Alacant o General San Martín.