El sarcófago de Blasco Ibáñez ya ha descansa en el Cementerio General y queda guardado hasta que, el próximo viernes, se lleve a cabo el acto de inauguración oficial del mismo.
La obra de Mariano Benlliure queda instalada en el vestíbulo de entrada del camposanto y pasará a tener la condición de objeto de arte visitable. No se trata del lugar en el que reposará el cuerpo del novelista (de hecho, ni siquiera estaba pensado para ello) y, con paneles explicativos, formará parte de las rutas que tiene el cementerio a base tanto de obras de arte como de enterramientos singulares.
El sarcófago nunca había estado en el Cementerio General, sino que durante décadas languideció guardado en el Museo de Bellas Artes. Tan sólo en los últimos años ha sido exhibido, primero en el Centro del Carmen y después en San Pío V. Hace dos semanas, la obra fue retirada del museo y custodiada hasta que se elaborada, y colocara en el recibidor, una peana de mármol armónica con el conjunto.
El próximo viernes se hará un acto que servirá también de homenaje a Blasco Ibáñez, que será presidido por el alcalde Joan Ribó.
