El Chinatown del barrio de Pelayo se ha convertido ya en un tema de debate social y político para gran parte de los valencianos. Mientras los vecinos y comerciantes de La Roqueta han confirmado a Levante-EMV que van a iniciar movilizaciones y a estudiar «próximas acciones» para mostrar su rechazo a la instalación de los arcos, el PP de València ha anunciado una moción que presentará al pleno para pedir que se paralice este proyecto que dicen los populares «divide a vecinos y comerciantes».

Los promotores de la recogida de firmas contra los arcos chinos han reunido ya más de 800 rúbricas contra el proyecto. Ayer una de las comerciantes de la zona, Ana Sánchez, anunció que vecinos y comerciantes «vamos a constituir una plataforma vecinal -de manera formal- para fijar próximas acciones». En ausencia de una asociación de vecinos en el barrio, comerciantes y residentes van a decidir hoy qué medidas de protesta o «actos de movilización vecinal» contra el Chinatown van a desarrollar. Además, a la recogida de firmas contra los pórticos orientales se han sumado también tres comisiones del entorno -la falla Pelayo, la falla Bailén-Xàtiva y la falla Plaza Espanya- que tampoco verían con buenos ojos el proyecto emanado de los Presupuestos Participativos Decidim VLC.

Debate político en el pleno

Por otro lado, el Partido Popular de València anunció ayer que va a presentar una moción para que el pleno del Ayuntamiento, y por tanto, todos los partidos políticos, se pronuncien sobre el proyecto de convertir el barrio de Pelayo en un Chinatown. La coportavoz María José Ferrer San Segundo va a pedir que se paralice el proyecto de instalar los arcos chinos en esta zona ya que argumentan que hay gran rechazo social por parte de vecinos y comerciantes, y que entidades como la Academia de San Carlos, Lo Rat Penat, la RACV y la Federación de Vecinos de València están en contra. «Con esta oposición es necesario paralizar el proyecto y no imponer una actuación en un barrio porque la falta de consenso con las personas que residen en el mismo es más que evidente, a lo que hay que añadir la opinión de entidades de reconocido prestigio que también han rechazado esta actuación», explicó la concejala.

Por su parte, el alcalde de València, Joan Ribó, defendió hace unos días la colocación de los arcos chinos en cumplimiento de los Presupuestos Participativos. Ribó cree que se pueden introducir variantes, como de hecho habrá que introducir, para salvar el proyecto de «Carrer de la Pilota», pero no cree que haya que hacer «un referéndum sobre el tema». Por su parte, en un comunicado enviado a Levante-EMV, los vecinos argumentan que los Presupuestos Participativos DecidimVLC «no pueden ir en contra de la voluntad popular, sería contradictorio con su propia naturaleza».

«Señor Alcalde, quizá no se trata de hacer un referéndum, sino de escuchar el clamor popular contra los arcos chinos en La Roqueta. Le invitamos a acercarse al barrio, la indignación con el proyecto es generalizada», argumentan los firmantes del manifiesto. Por su parte, la vicealcaldesa Sandra Gómez, así como los concejales de Turismo Emiliano García, y de Deportes, Pilar Bernabé, todos ellos del PSOE, son partidarios de seguir adelante con el proyecto y de hacerlo compatible con el Paseo de la Fama de la pilota, que consistirá en peatonalizar Pelayo y personalizarlo con baldosas con las manos y estatuas de pelotaris gloriosos.

Por último, el portavoz de Ciudadanos Fernando Giner, avanzó que han presentado una moción a la comisión de Participación para que se impulsen todos los mecanismos necesarios «para dar mayor visibilidad, información y conocimiento a los DecidimVLC». «Recordemos que el último barómetro municipal reflejaba el poco conocimiento que posee la ciudadanía, un 23,8%, sobre este proyecto». Para Cs, este tipo de acciones, «se deben hacer con el máximo consenso vecinal y diálogo», con el el reconocimiento que merece la pilota valenciana pero no hay que olvidar que el arco «sería la bienvenida de muchos visitantes y turistas que llegan a Valencia, porque Pelayo está muy cerca de las dos grandes estaciones de tren», zanjó.