El Grupo Municipal Popular ha pedido al gobierno municipal que impulse la puesta en valor de los dos únicos paneles cerámicos publicitarios que se conservan en nuestra ciudad, actualmente abandonados. La moción del PP, presentada por los concejales Carlos Mundina y Julia Climent, reclama al Ayuntamiento de Valencia que “impulse, a la mayor brevedad posible, la restauración y la puesta en valor de los paneles cerámicos publicitarios de Philips existentes en la Calle Blanquerías 24”. En concreto, éstos se encuentran en la pared exterior del jardín del antiguo Convento de San José y Santa Teresa.

En su moción, que será debatida en la Comisión de Urbanismo del próximo lunes, los populares destacan que los citados azulejos constituyen los únicos murales en su especie que aún perduran en nuestra ciudad, además de un magnífico ejemplo de la aplicación de la cerámica con fines comerciales. No en vano, ambos murales están catalogados como Bien de Relevancia Local (BRL), con la categoría de Espacio Etnológico de Interés Local. Mientras el primero de ellos aparece dominado por el logo de la marca Philips, en el segundo destaca el eslogan “¡Mejores no hay!”, acompañado de una reproducción de una bombilla y de un tubo de neón.

Ambos paneles cerámicos están datados entre los años 1957 y 1960 y fueron realizados con azulejos de pasta roja cubiertos por esmaltes opacos siguiendo la técnica del “tubat”, una antigua técnica artesanal ampliamente utilizada en el campo de las artes decorativas. Es el caso también de los murales, igualmente icónicos, de “Nitrato de Chile” que podemos admirar en otras muchas localidades de nuestra geografía. Popularizada en Bélgica e Inglaterra durante el siglo XIX, al calor del Modernismo y el Art Déco, la técnica del “tubat” (tube-lining, en inglés) sería introducida en España a principios del siglo XX de la mano de las fábricas cerámicas valencianas.

Con el paso del tiempo, ambos paneles han visto desgraciadamente reducido su tamaño, encontrándose en estos momentos en un deficiente estado de conservación. A la pérdida de azulejos, se une el vandalismo del que han sido víctimas en los últimos tiempos, siendo elevado su riesgo de destrucción por razón de su ubicación, al quedar al alcance de cualquier persona.