«El pasado 7 de octubre una inspección extraordinaria del emisario de Vera, tras una denuncia de un usuario de la Playa de la Malva-rosa, se detectaron dos fugas en el tramo submarino del aliviadero. La primera de ellas a 80 metros de línea de costa y la segunda a 87 metros. Durante 5 meses, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y el Ayuntamiento de València estuvieron pasándose la pelota sin arreglar las fugas de este emisario que vierte aguas residuales depuradas al mar, sin avisar y advertir a los usuarios y bañistas de la playa, y sin frenar esos vertidos con las consecuencias negativas para la calidad de las aguas. De hecho, en varios informes se advierte de la presencia de una de las bacterias que se analiza para medir la calidad de agua en niveles superiores a los permitidos, siendo por tanto, insuficiente la calidad del agua de baño».

Así relata el Partido Popular lo ocurrido en el emisario de Vera hace seis meses, una rotura que, según dicen, ha generado contaminación en las aguas de baño este invierno. «Se trata de la bacteria de enterococos intestinales cuyos análisis de aguas demuestran que en octubre hay un nivel de 680 cuando el nivel de referencia es de 185. Por tanto, en el mes en el que se detectó las fugas, la presencia de esta bacteria en el punto 4, más al norte, era superior al triple permitido. En el punto 5 de toma de muestras, más hacia el sur de la playa, el nivel llega a 300, casi el doble del nivel de referencia», explican.

«Tras meses pasándose la pelota mientras que se seguía vertiendo a la playa aguas residuales, el pasado 9 de abril el Consell validó la declaración de emergencia para la reparación del aliviadero, trabajos que aún no han empezado por el mal tiempo. de ahí que la portavoz del PP, María José Català, haya pedido la comparecencia de la consellera Mireia Mollà para que explique «esta dejación de funciones».