«Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte ; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca….». Son los versos de Eduardo Galeano, uno de los poetas que mejor ha retratado a los nadies, a los ningunos, a los jodidos, ... como él les llamaba.
Desde este viernes, el Centre del Carme acoge «Callejeros», un montaje coordinado e impulsado por Paco Sanz, fotógrafo y médico neumólogo, que muestra en torno a 70 fotos de gran y pequeño formato, realizadas por tres nadies, por tres sintechos, -Luis, Richard y Cristóbal-, que fotografiaron su día a día en la calle. Luisito es un viejo conocido de los lectores de Levante-EMV. Murió hace algo más de un año, en brazos de su amigo Richard. Entonces fue objeto de un emotivo homenaje por parte de sus amigos y vecinos. Le improvisaron un altar en el banco donde solía dormir a la altura del número 108 de Guillem de Castro, frente al bar restaurante El Convento II. Con fotos, poemas de Galeano y flores. Con cigarrillos y alguna lata de cerveza le dieron su último adiós.
Ahora «Callejeros» es un nuevo homenaje, póstumo pero más vivo que nunca. Un relato visual y ferozmente urbano, que nos acerca al día a día de los que viven en la calle, abrazados «a esa sensación de libertad», a esa forma de vida «sin ataduras ni hipotecas, sin tener que pagar la luz ni el alquiler», narra Paco Sanz, que le relataban estos tres sinhogares en sus citas. Hasta 79 encuentros tuvo con ellos, que fue reflejando en un diario lleno de cambiantes emociones.
Este viernes, día 23 de abril, se inauguró la muestra con una lectura de versos de Galeano y de fragmentos de los textos escritos por el propio Paco Sanz acompañada de la actuación en directo de una violonchelista. El montaje fotográfico que se podrá ver hasta finales de mayo, es el resultado de esta técnica de investigación sociológica denominada fotovoz.
Luis, Richard y Cristóbal son tres ningunos, que vivían en los jardines y los bancos de las Alameditas de las Torres de Quart. Las fotografías que componen la muestra fueron realizadas por estos tres hombres sin buena suerte: uno ha fallecido, el otro deambula por las calles y el tercero está encarcelado. Durante un tiempo, participaron voluntariamente, y a cambio de ninguna prestación económica, en esta aventura fotográfica y sociológica única, cuyos resultados artísticos ahora pueden ver los valencianos en el Centre del Carme.
La exposición recopila parte de las fotografías que los tres improvisados artistas captaron con cámaras desechables que el propio Sanz les facilitaba. «Los jueves quedábamos para comer y compartíamos anécdotas acerca de cómo les había ido la semana. Veíamos qué fotos habían hecho, las analizábamos y seleccionábamos las mejores». Al final, escogieron una parte y «Callejeros» es el mural donde se pueden ver.
En particular, Luis era muy conocido y querido por la gente del barrio, los estudiantes de la Universidad Católica que tiene una sede en la zona, los clientes y trabajadores del bar Convento…. Todos ellos, más los vecinos del barrio, las mascotas de estos sintechos, y todo lo que capturaban a través de sus cámaras, componen el relato visual de «Callejeros». Un relato construido sobre colchones y mantas que querían domesticar los portales y bancos en la fría intemperie de las noches de enero. Un relato de cartones que te tapan el cuerpo pero te descubren los pies. Un relato sin patria que tiene como único techo el cielo fosco y como sola certeza, la libertad de vivir huido de uno mismo.
