Dos arcos chinos han acabado por convertirse en uno de los argumentos estrella del pleno municipal del mes de abril. Donde más energía han puesto gobierno y oposición. Finalmente se ha aprobado una moción alternativa que, obviamente, no invalida la construcción de las obras efímeras, sino que añade el llevar a cabo reuniones previas con las entidades vecinales. El debate ha acabado por tener una dosis de plebiscito sobre los Presupuestos Participativos (DecidimVLC).

Fue el concejal de Turismo, Emiliano García, quien remató las conclusiones antes de la aprobación: "debemos respetar las iniciativas de la ciudadanía, que van avaladas por sus votos. Pero nos corresponde trabajar para llegar a la mejor solución. El proyecto del archo chino es un reconocimiento de integración y puesta en valor de rasgos de una cultura que pueda convivir con la nuestra, defendiendo la diversidad y singularidad". Admitió que "somos conscientes que se han suscitado posiciones encontradas" y apeló a que habrá "un debate empático. Escucharemos a todas las partes. El lunes nos reuniremos con los vecinos y antes lo hemos hecho con el trinquete y con los comerciantes. Para que la propuesta sea de consenso. Les pido que no hagan una confrontación y que colaboren para llevarla a cabo".

La lacónica moción alternativa reafirma "el compromiso de esta ciudad con DecidimVLC como como herramienta de democracia directa y priorización de inversiones" y "llevar a cabo la iniciativa planteada, como todas las surgidas de DecidimVLC, definiendo la ejecución con el máximo consenso con las partes implicadas".

Pero confrontación hubo en los minutos anteriores. Abrió el turno la popular María José Ferrer San Segundo fue quien había defendido la "revisión excepcional" de la medida o, dicho de otra forma, paralizar el proyecto. "La Roqueta no es un barrio chino. Es un barrio histórico. La población china es el ocho per ciento, las tiendas chinas son peluquerías y cafeterías, no de productos chinos", por lo que el proyecto supone "topificar, para hacer selfies y es categorizar de forma disinta a la realidad". Y lo argumentó en que "es un barrio con idiosincrasia valenciana, con patrimonio cultural, como la fachada de la calle Xàtiva, que es BIC, que sólo pro eso habría hecho falta un informe de Patrimonio. Tiene elementos como las fallas, el Mercado o el trinquete, cuya federación ya nos ha dicho que está totalmente en contra. Esto los invisibilizaría", además de recordar que "tienen el rechazo de una plataforma, que se ha tenido que constituir adrede, de la Federación de Asociaciones de Vecinos, de la Academia las Artes de San Fernando..."

Concluyendo que "hay mejoras más urgentes que hacer. Los presupuestos participativos es un buen elemento, pero puede tener errores y fisuras, que pueden ser corregibles. Lo que importa es que sea respaldado por una verdadera inquietud ciudadana. Y si hay un rechazo frontal, fundado y patente, lo que hay que hacer es corregir la cuestión. Convertir artificialmente un barrio histórico en un parque temático supone una confución de la parte con el todo por Compromís y PSPV. Es un proyecto importado e impostado".

Javier Copoví, de Ciudadanos, había apuntado la opción de que los arcos no tuvieran carácter permanente, sino que fueran de quita y pon, coincidiendo con la fiesta del Año Nuevo, mientras José Gosálbez también mostró su rechazo a la propuesta por su falta de apoyo cuantitativo y por la oposición generada.

Elisa Valía aseguró que la moción lo que pretende es "disimuladamente, cuestionar el proceso de los Presupuestos Participativos". Y que "el PP le tiene alergia a la participación. No hicieron nada que canalizara la participación durante 24 años porque no se la creen". Y atacó a la representante de la oposición. "¿Revisar lo votado? ¿Me lo dice en serio? No salgo de mi asombro. Ahí no nos van a encontrar. Es antidemocrático. Si ustedes llegan al gobierno ustedes desmontarán los procesos participativos, como han hecho en otras ciudades".

Se enfadó San Segundo con los términos. "¿De verdad dicen que esto es crispar o favorecer la confrontación? ¿Nos hemos inventado nosotros la plataforma vecinal, las negativas de las comisiones de falla?. Claro que puede ser revisable el proceso participativo. No se puede dar la espalda a una voluntad y estamos de un cambio por excepcionalidad. Yo no digo que no lo hagan, sino que lo hablen primero con las entidades.