El gobierno municipal formado por Compromís y PSPV aprobó ayer una moción en la que no renuncia a instalar los arcos chinos surgidos de una propuesta de los Presupuestos Participativos 2020-21 en el barrio de La Roqueta pero afirma que esta medida se llevará a cabo con el consenso de todas las partes implicadas: vecinos, comerciantes y autoridades. A partir de una moción del PP, en la que su concejala María José Ferrer pedía que la instalación de los arcos orientales en la zona de pelayo se paralice, el debate en el pleno acabó por convertirse en un plebiscito sobre la participación ciudadana y los DecidimVLC.

Fue el concejal de Turismo, Emiliano García (PSOE), quien remató las conclusiones antes de la aprobación: «Debemos respetar las iniciativas de la ciudadanía, que van avaladas por sus votos. Pero nos corresponde trabajar para llegar a la mejor solución. El proyecto del arco chino es un reconocimiento de integración y puesta en valor de rasgos de una cultura que pueda convivir con la nuestra, defendiendo la diversidad y singularidad». Admitió que «somos conscientes que se han suscitado posiciones encontradas» y apeló a que habrá «un debate empático. Escucharemos a todas las partes. El lunes nos reuniremos con los vecinos y antes lo hemos hecho con el trinquete y con los comerciantes. Para que la propuesta sea de consenso». La lacónica moción alternativa reafirma «el compromiso de esta ciudad con DecidimVLC como herramienta de democracia directa y priorización de inversiones» y «llevar a cabo la iniciativa planteada, como todas las surgidas de DecidimVLC, definiendo la ejecución con el máximo consenso con las partes implicadas». Pero confrontación hubo entre los grupos municipales. Abrió el turno la popular María José Ferrer San Segundo, que es quien había defendido la «revisión excepcional» de la medida o paralizar el proyecto. «La Roqueta no es un barrio chino. Es un barrio con idiosincrasia valenciana, con patrimonio cultural. Tiene elementos como las fallas, el Mercado o el trinquete, cuya federación ya nos ha dicho que está totalmente en contra. Esto los invisibilizaría», además de recordar que «tienen el rechazo de una plataforma vecinal, que se ha tenido que constituir adrede» además de otras instituciones y colectivos. Para Ferrer, «convertir artificialmente un barrio histórico en un parque temático supone una confusión de la parte con el todo por Compromís y PSPV». «Es un proyecto importado e impostado», remató Javier Copoví, de Ciudadanos, quien apuntó la opción de que los arcos no tuvieran carácter permanente, sino que sean «portátiles», coincidiendo con la fiesta del Año Nuevo.

Por último, la concejala de Participación Ciudadana Elisa Valía (PSOE) aseguró que la moción del PP lo que pretendía era «indirectamente, cuestionar el proceso de los Presupuestos Participativos» porque el PP «tiene alergia a la participación». «No hicieron nada -dijo- que canalizara la participación durante 24 años porque no se la creen». Y atacó a Ferrer: «¿Revisar lo votado? ¿Me lo dice en serio? No salgo de mi asombro. Ahí no nos van a encontrar. Es antidemocrático. Si ustedes llegan al gobierno ustedes desmontarán los procesos participativos, como han hecho en otros ayuntamientos donde gobiernan».