El Grupo Municipal Popular ha vuelto a pedir al equipo de gobierno municipal el aplazamiento del sistema de cierre al tráfico de Ciutat Vella con la puesta en marcha de las cámaras de control de acceso. El concejal Santiago Ballester ha presentado mociones en la junta de distrito para paralizar el cierre «y sólo hemos encontrado el rechazo de un gobierno municipal que sigue adelante con la implantación en el mes de julio».

Ballester ha señalado que «la oposición de comerciantes y hosteleros se une ahora el recurso presentado por el arzobispado al dejar fuera a las parroquias de Ciutat Vella en el plan de acceso. Esto demuestra una vez más la improvisación del Gobierno de Ribó y PSOE que tendrán que dar respuesta a este recurso que pone que demuestra la improvisación del gobierno municipal».

El edil popular ha asegurado que de nuevo «Joan Ribó quiere imponer sin consenso y sin hablar antes con todos los implicados un cierre al tráfico de Ciutat Vella que puede significar la puntilla para la situación que sufre por la pésima gestión de la pandemia los negocios del centro de la ciudad».

Por otro lado, Ballester llevará a la próxima comisión de Hacienda una moción pidiendo que «se articulen una línea de ayudas específicas para los puestos exteriores del Mercado Central, que están siendo afectados por las obras de remodelación de la plaza de Brujas y plaza del Mercado» y al mismo tiempo que «se articulen una línea de ayudas específicas para los puestos de flores, quioscos y demás establecimientos que ocupan el dominio público municipal en el entorno de las obras de las plazas de Brujas, Mercado y de la Reina».

La estrategia del cierre de Ciutat Vella afecta a varios de los barrios del distrito e impedirá (salvo petición expresa) acceder a sus calles, so pena de multa. Tan sólo están autorizados los residentes y los servicios. No afecta a la totalidad del anillo interior de la ciudad pero lo que persigue es evitar el tráfico por unas calles que caminan hacia su peatonalización total, especialmente en el Carmen.