El Ayuntamiento de València destinará 48 de los 57 millones de euros del superávit del año pasado a atender las necesidades derivadas de la pandemia y a la ejecución de inversiones prioritarias para la ciudad. Los otros 9 millones se reservan para posibles imprevistos derivados también del coronavirus, como por ejemplo ayudas conjuntas entre varias administraciones del tipo del Plan Resistir. Así lo explicó ayer el concejal de Hacienda, el socialista Borja Sanjuán, quien valoró muy positivamente el hecho de que este año el superávit (remanentes de tesorería) no se haya gastado en amortizar deuda bancaria, como hizo el año pasado el alcalde Joan Ribó pese al descontento de sus socios de gobierno.
Sanjuán explicó que el Gobierno central ya tomó la decisión de suspender las reglas fiscales y permitir a los ayuntamientos gastar sus «ahorros» en combatir la pandemia. El año pasado no se hizo, pero este año sí, recalcó. En el caso de València se trata de 57 millones cuyo reparto se aprobará en la próxima Comisión de Hacienda.
Según Sanjuán, la idea es aprobar una modificación de crédito para gastar 48 millones, reservando los otros 9 para posibles imprevistos derivados de la crisis sanitaria. En esos 48 millones se incluye promoción del empleo juvenil, ayudas al comercio, ayudas sociales, inversiones de todo tipo, con gran presencia de instalaciones deportivas, y ayudas a varios entes autónomos que lo están pasando mal, como el Palacio de Congresos, la empresa municipal AUMSA y, sobre todo, la Empresa Municipal de Transportes (EMT), a la que se le inyectarán 10 millones de euros para paliar el déficit derivado del descenso de viajeros.
Para poder mantener las inversiones en el tiempo y más allá del año 2021, la idea de Hacienda es hacer un crédito puente, es decir, que se amortice deuda por valor de 35 millones de euros y en el mismo acuerdo figure un crédito por el mismo valor, de manera que el dinero del remanente se convierta en deuda bancaria a más bajo interés, además.
En relación a la EMT, Borja Sanjuán explicó que el año pasado tuvieron que solicitar un crédito de 27 millones de euros para hacer frente a los pagos, mientras que este año se ha evitado incrementar la deuda poniendo los 10 millones citados y aprovechando el dinero que llegará del gobierno central, tanto el derivado de las ayudas al transporte por la covid-19 (unos 18 millones), como la partida incluida por primera vez en los Presupuestos Generales del Estado para el transporte metropolitano de la ciudad, de los que le tocarán entre 6 y 7 millones. En total, serán unos 35 millones de euros extras para la EMT. «Si no fuera por esto, el ayuntamiento tendría que haber destinado todo el remanente a la empresa de autobuses», dijo el concejal, que justificó, eso sí, gastos aparentemente innecesarios como comprar autobuses nuevos o cambiar 900 marquesinas. Según Sanjuán, en el caso de las marquesinas se trata de un contrato que termina y hay que renovarlo con la empresa concesionaria.
