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Vivienda trata de regularizar 96 viviendas de la playa del Cabanyal

El ayuntamiento quiere vender el suelo a sus moradores, que son propietarios solo del vuelo

Viviendas de la calle Eugenia Viñes. | EFE

Viviendas de la calle Eugenia Viñes. | EFE

Hortensia García

València

La Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de València ha encargado a la sociedad Plan Cabanyal la regularización de casi un centenar de viviendas, antiguas construcciones de pescadores que terminaron convirtiéndose en edificaciones de dos alturas, ubicadas en las calles Pavía (ahora José Ballester Gozalvo) y Eugenia Viñes, en primera línea de la playa del Cabanyal. Los vecinos que viven en estas casas son propietarios del vuelo (lo edificado) pero no del suelo (propiedad municipal). Con la regularización de las 96 parcelas que ahora impulsa el ayuntamiento los vecinos podrán optar a comprar el terreno y convertirse en propietarios de pleno derecho.

No es la primera vez que el ayuntamiento intenta regularizar la situación de estas viviendas, de ubicación privilegiada. La anterior concejala de Vivienda y Patrimonio, María Oliver, de Podemos, ya puso en marcha un proceso similar del que se desistió ante la dificultad de los propietarios de las casas de acreditar la titularidad de las construcciones.

La junta de gobierno acordará hoy el encargo de gestión, con un presupuesto de 86.898 euros, a Plan Cabanyal para regularizar estos suelos de propiedad municipal sobre los que se construyeron, al amparo de determinadas concesiones otorgadas por el Estado en el primer tercio del siglo XX, 96 viviendas y locales en la zona ahora colindante a las playas del Cabanyal y la Malva-rosa que en su momento formaba parte del dominio público marítimo-terrestre de propiedad estatal.

Las parcelas a regularizar ocupan un espacio de aproximadamente 244.953 m2 y pasaron a propiedad municipal tras una cesión del Ministerio de Obras Públicas en el año 1990, pero su situación no se ha podido regularizar hasta ahora.

En 2005 finalizó la concesión de parte de las concesiones que en su día se hicieron a favor de las comunidades de pescadores, pero el gobierno municipal, entonces del PP, aprobó una moratoria para evitar la especulación al hilo de la Copa del América. El nuevo gobierno reactivó en 2015 el proceso de regularización de las viviendas para «resolver su ordenación y ayudar a regenerar el barrio del Cabanyal», explicó la concejala de Patrimonio, Isabel Lozano.

En estas propiedades el suelo es municipal, pero el vuelo, lo propiamente construido, es de propiedad privada, por lo que con esta ordenación los dueños de las edificaciones podrán ejercer su derecho de propiedad comprando el solar.

La idea es regularizar la situación de las concesiones existentes «con el fin de conseguir una normalización y también de reducir la preocupación de los concesionarios (o sus legítimos herederos) que ven sus propiedades sujetas a la caducidad de la concesión», agregó Lozano.

Al hilo de los planes de regeneración del Cabanyal impulsados por el Gobierno del Rialto el barrio se ha convertido en una de las zonas de mayor interés inmobiliario. El nuevo plan del Cabanyal (PEC) de hecho pone límites a los usos hoteleros en la primera línea de playa. En el proceso de tramitación del plan especial se han recibido numerosas alegaciones de promotores hoteleros que habrían adquiridos propiedades en la primera línea de playa del Cabanyal con el objeto de construir hoteles horizontales. Sobre la centenaria Lonja del Pescado también habrían puesto sus ojos los inversores interesados en darle uso terciario.

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