La Unidad Canina de Rescate (UCR) del Departamento de Bomberos del Ayuntamiento de València ha participado en más de un centenar de intervenciones en los últimos 6 años, desde desapariciones, -de menores hasta ancianos con Alzhéimer- a derrumbes de edificaciones, según ha informado el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, tras resaltar «el formidable trabajo que realizan desde su fundación en 2008».
Entonces esta unidad todavía dependía de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil pero 9 años después, sus integrantes se convirtieron en especialistas y pasó a formar parte de la Unidad de Intervención. Su importancia dentro del organigrama se advierte en el número de canes que la integran: La Unidad nació con 5, hoy son 11 y otro más se incorporará de forma inminente. «Realizan servicios muy sensibles, con perfiles muy vulnerables, y son un elemento importante del área de Seguridad y del Ayuntamiento de València» ha señalado el concejal.
Muchos municipios han solicitado la ayuda de la Unidad Canina y colaboran con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. «El verano pasado encontramos a un anciano con Alzhéimer que se había perdido en el Parque Natural de El Saler en apenas una hora gracias a la movilización de la Unidad Canina de Rescate», recordó José Varea, responsable de esta Unidad. «No paramos», dijo este bombero, que indica que también colaboran con terapias para menores y personas con diversidad funcional. «Los efectos terapéuticos son incuestionables, hay que ver la alegría de los niños con los perros, es fantástico», manifestó.
Los perros de la Unidad Canina del Cuerpo de Bomberos de València realizan rescates muy complicados en derrumbes de edificaciones. Además, ayudan en las terapias con menores y con personas con diversidad funcional, lo que constituye también una gratificante tarea para sus compañeros humanos.
