El ajardinamiento de la valla metálica antirruido instalada por el urbanizador del PAI de Benifaraig recayente a la CV-315 «es insuficiente», aseguran los vecinos de esta pedanía valenciana ubicada en plena huerta. Los vecinos contrarios a la «muralla» instalada para aislar del ruido de los coches a las 45 viviendas que está previsto construir en la zona reclamaron ayer su retirada. No les convence, aseguró una portavoz vecinal a este diario, el anuncio de la construcción de una rotonda en la travesía anunciada por la Diputación de València que, según anuncia la corporación provincial, mejorará la movilidad y reducirá el tráfico en la población, abriendo así la puerta al desmantelamiento por injustificada de la pantalla antirruido instalada hace ya más de un año.

El ajardinamiento del muro, de cien metros de largo, anunciado por la Diputación para minimizar el impacto visual del elemento, «es insuficiente», afirman los vecinos. Se han limitado a poner unas adelfas («que además son plantas tóxicas») en la parte de dentro de la pantalla. Por fuera sigue desnudo el muro metálico, cubierto ya de pintadas.

Los vecinos también se han movilizado ante la posible reactivación de otro PAI situado en uno de los bordes urbanos de la población, tras anunciar el ayuntamiento que no dará más prórrogas al promotor y advertir de que retirará la condición de agente urbanizador si no desarrolla el PAI. Este PAI, donde está prevista la construcción de adosados, quedó atascado por la crisis económica. Los promotores solicitaron una primera prórroga de dos años que le fue concedida y ampliada a dos años más. Tras agotarse las opciones de aplazar la construcción, la Concejalía de Desarrollo Urbano ha levantado la suspensión cautelar.