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Análisis

Ribó ya no descarta repetir como candidato en 2023

La ausencia de un relevo claro o de garantías, el ajustado equilibrio de fuerzas entre los bloques y la necesidad de dejar encauzada la ciudad según su modelo apuntan en ese sentido

Ribó ya no descarta repetir como candidato en 2023

Un año se ha dado el alcalde, Joan Ribó, para decidir si se presenta de nuevo a la reelección como máximo mandatario de la ciudad por Compromís. Lo ha repetido dos veces en la última semana después de haber expresado siempre en público y en privado su deseo de no estar en la alcaldía más de dos legislaturas, periodo que se cumplirá dentro de dos años. Las cosas no han salido como él pensaba y todas las opciones convergen en su persona, primero por la ausencia de un relevo de garantías y segundo por una pandemia que no le ha permitido desarrollar o ha retrasado algunas de las metas que se había marcado para cerrar su carrera política municipal.

Cuando Ribó, de 73 años de edad, decía que solo estaría dos mandatos en la alcaldía estaba convencido de que podría entregar el testigo sin ningún problema. Pero seis años después no es seguro que haya un candidato o candidata de garantías. Los presuntos delfines que formaban parte del gobierno municipal no han terminado de alcanzar ese estatus político. Pere Fuset, pendiente de los juzgados por el accidente mortal de Viveros; y Carlos Galiana, sustituto de Fuset mientras se decide su futuro, parecen estar fuera de la carrera sucesoria. Y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que podría ser esa candidata de garantías, se ha descartado a sí misma. Al menos, públicamente. València se antoja como su tercera opción detrás de la Generalitat y el Congreso de los Diputados, escenario en el que podría recalar tras una permuta de cargos con Joan Baldoví. Oltra tiene la llave de los carteles electorales de 2023.

El único que ha tomado posiciones en ese sentido ha sido el presidente de las Corts, Enric Morera, que se ha mostrado dispuesto a estar en la lista de Compromís en 2023 y ha mostrado su interés por asuntos domésticos como el nuevo estadio de Mestalla. Pero su opción, como él mismo ha dicho, pasa más por un segundo puesto en la lista detrás de Ribó. Ese escenario abre la puerta a que mediada la legislatura se retirara dejando su puesto al actual presidente de las Corts.

Todo indica, por tanto, que Ribó sigue siendo el valor seguro como candidato. Su implantación como líder político de la ciudad está fuera de toda duda y cualquier relevo podría restar posibilidades a Compromís, al que las encuestas le siguen dando posibilidades de mantener la alcaldía conjuntamente con el Partido Socialista, alcaldía que, no olvidemos, se ganó por unos pocos miles de votos frente al bloque conservador.

Hay un segundo motivo que podría retener a Ribó en la política valenciana: su idea de ciudad. El alcalde siempre ha pensado que ocho años eran suficientes para dejar su impronta en una ciudad mediana como València, sobre todo en asuntos como la sostenibilidad, la movilidad o la asistencia social. También en el Urbanismo, más próximo y ligado a los barrios.

Y en gran medida lo ha conseguido. Pero la lentitud administrativa y luego la pandemia han frustrado o retrasado muchos de sus objetivos fundamentales. Algunos, incluso, ha sido necesario reconducirlos para adaptarlos a la nueva normalidad. El soterramiento de las vías del Parque Central podría arrancar en un par de años y la reforma de todo el centro de la ciudad está en marcha excepto la plaza del Ayuntamiento. Hay mucho más, como el puerto, la ZAL o Mestalla, obras igualmente icónicas que cerrarían un circulo virtuoso imposible de completar en apenas dos años que le quedan a la legislatura. Un mandato más, o al menos la mitad, serían margen suficiente para resolver algunos de esos problemas históricos de València.

Es por todo ello por lo que Ribó ha cambiado de idea en los últimos tiempos. Ya no dice que no repetirá. No descarta volver a ser el candidato de Compromís y se da un año para pensárselo. Es posible que sea una maniobra para ganar tiempo y quitarse la presión de los medios de comunicación. Pero desde luego su contundencia inicial negando una tercera legislatura ha desaparecido. Cree que es demasiado pronto para entrar en esa batalla y es su voluntad también esperar a los próximos congresos de la formación.

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