La Asociación de Vendedores del Mercado Central de València mostró ayer su apoyo a los vecinos del Mercat que reclaman la rehabilitación de los palacios abandonados en la calle Eixarchs que «supondrá un beneficio no solo para los residentes sino para todos los ciudadanos, para el Mercado Central, los comercios de Ciutat Vella y, en general, para las actividades económicas, educativas e institucionales del entorno y para toda la ciudad».

Así se pronunció ayer la asociación de vendedores del que es el centro neurálgico comercial de Ciutat Vella después de las denuncias de los vecinos de la calle Exarchs reivindicando, tras años de abandono, la recuperación del conjunto de palacios cuya imagen de abandono degrada una de las fachadas de la plaza de la Brujas, junto a la iglesia de los Santos Juanes, y actualmente en proceso de reforma y peatonalización.

La Asociación de Vendedores «considera necesaria la intervención urbanística y la recuperación de estos edificios, de gran valor patrimonial, en un momento en que se está acometiendo la urbanización de la zona, con el fin de contribuir a sacar a la luz el atractivo del conjunto y favorecer la actividad comercial», aseguran los vendedores en un comunicado.

Asimismo, según la asociación, la actuación permitirá resolver la transición entre la avenida del Oeste y la calle Boatella, que es la transición entre la ciudad moderna y la puerta de la ciudad histórica, en pleno corazón de la ciudad, en el triángulo mágico que forman el Mercado Central, La Lonja y la iglesia de los Santos Juanes.

Desde finales de 2015, con la nueva estrategia de movilidad, el acceso al mercado se ha visto limitado al cerrarse la calle San Vicente, desde plaza de la Reina, y al convertirse en peatonal la plaza del Mercado, siendo la entrada desde la avenida del Oeste o Guillem Sorolla el único acceso, tanto en vehículo privado como en transporte público. Con esta nueva entrada, los clientes y visitantes, si no se acomete la rehabilitación de los citados edificios de la calle Eixarchs, tendrán como primera visión, al final de la Avenida del Oeste, este conjunto arquitectónico abandonado y degradado, una especie de mancha negra en medio de un entorno recientemente reurbanizado.