Para muchas personas esta semana marca el inicio de la mejor estación del año, con los días más largos, las ganas de hacer planes, salir y disfrutar al aire libre. Esta época también es el mejor momento para contemplar la eclosión de nueva vida en la naturaleza

Y este verano, en Bioparc, las nuevas crías han traído la alegría en diferentes hábitats del parque. Un entusiasmo que ha sido doble, pues muchas de esas crías son la esperanza para especies gravemente amenazadas.

Bioparc València ofrece un viaje al corazón de África para conocer la belleza de la naturaleza salvaje. Ese exótico viaje implica, además, un compromiso con la preservación de especies en peligro de extinción, tanto en el parque como a través de la Fundación Bioparc en los hábitats de origen de los animales. 

Y si la conservación es importante, la concienciación de la población para motivar un cambio de actitud hacia la protección de la biodiversidad es imprescindible para el futuro de nuestro planeta.

Los momentos más tiernos de la naturaleza en Bioparc València

En las últimas semanas se han producido varios nacimientos en la capital del Túria. Por un lado, destaca el instante más maravilloso de la naturaleza salvaje: la llegada de una nueva vida tenía lugar a la vista de las personas que recorrían Bioparc València

Una sorpresa y una gran emoción al ser testigos, como en un documental “en directo”, del nacimiento de un Blesbok, un antílope africano que estuvo al borde de la extinción en el siglo XIX. 

Recientemente ha nacido otra cría y ya podemos observar al rebaño completo en la sabana africana conviviendo con las jirafas; peculiares especies de aves como los jabirús, el ibis sagrado y la cerceta del Cabo; y otras tres especies de antílopes como kobos, impalas y gacelas de Thomson.

Cría de mangabey de coronilla blanca nacida recientemente en Bioparc València. ED

Por otro lado, una gran alegría para el mundo conservacionista y, especialmente, para todo el equipo de Bioparc València es la nueva cría de la bellísima gacela Mhorr o gacela dama

De este modo, el parque valenciano se reafirma como centro de referencia en la conservación de esta especie en peligro crítico de extinción, que se dio por extinta en la naturaleza y que salvó de la desaparición un conservacionista español, el profesor José Antonio Valverde.

En otro de los preciosos hábitats recreados en Bioparc, en las selvas africanas, se puede sentir la emoción de ver a una madre prestando continuos cuidados al nuevo “bebé” de mangabey de coronilla blanca

A este peculiar primate africano se le conoce como “mono de la raya en el ojo” y está incluido en la tristemente famosa lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como “en peligro”.

La familia de ocho gorilas convive con los mangabeys y es impresionante contemplar tanto la interacción entre las dos especies como la relación entre los diferentes gorilas, especialmente las crías nacidas en València: Ebo de ocho años, Virunga de cuatro años, Pepe de tres años y Félix de dos años.  

Reserva genética y programas de conservación ex situ

Frente a los gorilas, observamos al grupo reproductor de chimpancés en el que destacan los pequeños Coco y Djibril, la cría “adoptada” por la “familia valenciana”, que ha cumplido dos años.

En otro de los espectaculares recintos que recrea la legendaria cueva de Kitum, el “bebé” hipopótamo ha cumplido 13 meses recientemente y, junto con sus padres, nos muestran preciosas imágenes subacuáticas de estos increíbles animales.

En definitiva, este verano es un gran momento para sumergirse en la naturaleza al aire libre, conocer a las nuevas crías y disfrutar sin salir de València de uno de los mejores parques de animales del mundo.

El bebé chimpancé Djibril nacido en Bioparc, uno de los mejores parques de animales del mundo. ED