No es el viento el que decide tu destino, es la orientación que das a las velas de tu barco. El viento es el mismo para todos». El texto de Jim Rhon invita a la reflexión y puede muy bien resumir la actitud que define a Sergi Campillo en su afán por dar lo mejor de sí mismo en la apuesta de situar a la ciudad que representa en los más altos estándares de calidad de vida, en base a sólidos principios basados en la ecología y el respeto por las personas. El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, es el impulsor de la candidatura Valencia Capital Verde Europea 2024. El pasado 1 de junio Campillo realizaba la primera presentación en sociedad del ambicioso reto durante el acto organizado por Levante EMV y FCC Medio Ambiente, teniendo como escenario uno de los edificios del Parque Central destinado a uso de la Universidad Popular. Inmejorable pistoletazo de salida para un proyecto integral que pretende garantizar el mejor presente y futuro, implicando en el desarrollo del mismo al conjunto de la sociedad civil valenciana. «El gobierno municipal cuenta con todos», aseguró el vicealcalde en el encuentro telemático. Campillo, atinadamente perseverante en que Valencia sea ejemplo real de transformación ecológica, entendió que era necesario adherirse al Acuerdo por una Ciudad Verde, movimiento de ciudades europeas comprometido en la preservación del medio ambiente, que acepta medidas para la calidad del aire, el uso del agua y la conservación de la biodiversidad urbana. Permitiendo avanzar hacia una economía circular, mejorando la gestión de los residuos domésticos, disminuir la generación de vertidos de residuos y aumentar las prácticas de rentabilización, reparación y reciclaje. Inicialmente el acuerdo permitirá a Valencia ganar visibilidad en toda Europa, en reconocimiento a las medidas ambientales aplicadas en el objetivo de una Unión Europea más limpia y saludable. «El Acuerdo por una Ciudad Verde facilita la coherencia con otras iniciativas urbanas de la Unión Europea y refuerza la aplicación del Pacto Verde Europeo de la Organización de las Naciones Unidas», aseguró Sergi Campillo en la sesión plenaria del ayuntamiento de Valencia, celebrada el pasado 25 de marzo, en la que quedó aprobada la adhesión. La importante iniciativa ecológica abanderada por el ayuntamiento de Valencia coincide con la aprobación de la pionera Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, cuyo preámbulo es claro al señalar que el texto legal nace con el fin de hacer frente a las causas y consecuencias del calentamiento global de la atmósfera, desencadenante del cambio climático. En 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero deben haberse reducido al menos un 23 por ciento respecto a los niveles de 1990, si bien se contempla una revisión al alza de dicho objetivo para cumplir con el acuerdo de París. Para 2050 la meta es lograr la llamada neutralidad climática. En esa misma línea está la propuesta del vicealcalde Campillo para que Valencia sea Capital Verde Europea 2024, manifestando el deseo de establecer la defensa del medio ambiente en el centro de las políticas municipales. Esta nueva oportunidad permitirá vertebrar a la ciudadanía valenciana, integrando a sus diversos sectores en el enriquecimiento de ideas y opiniones de un fascinante proyecto que quiere ser de todos y para todos, en base a la declaración de intenciones de Sergi Campillo. El vicealcalde tiene en la ciudad de Vitoria-Gasteiz un interesante ejemplo a seguir, por cuanto que las iniciativas de participación resultaron determinantes en la consecución en 2012 del galardón que otorga la Comisión Europea y que han seguido obteniendo sus frutos positivos al lograr en 2019 el reconocimiento como Global Green City, otorgado por la organización Human Settlements auspiciada por la ONU. Valencia puede imitar el camino de éxito de Vitoria-Gasteiz tomando el modelo participativo de la capital vasca. Al inicial Foro Ciudadano por la Movilidad y la Sostenibilidad creado en 2007 se unió, más tarde, la Mesa Empresarial por la Sostenibilidad, lugar de encuentro entre las empresas y las administraciones, cuyas aportaciones resultaron notables para la consecución del premio Capital Verde Europea, con reconocimiento expreso del ayuntamiento a la labor empresarial. Desempeñando también un papel estelar la Mesa por el Turismo Sostenible. Fórmula parecida fue la desarrollada en Lisboa, que recibió el premio europeo en 2020. El denominado Compromiso Lisboa Capital Verde 2020-Acción por el Clima Lisboa 2030, aglutinó a más de trescientas empresas, organizaciones, asociaciones, instituciones públicas y privadas, volcadas en la candidatura y que ahora están implicadas en el desarrollo del proyecto.
En el compromiso de la participación acaba de iniciar su andadura la Ley de Cambio Climático y Transición Energética: «El Acuerdo de París de 2015, el desarrollo de sus reglas en Katowice y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible marcan el inicio de una agenda global hacia el desarrollo sostenible, que conlleva la transformación del modelo económico y de un nuevo contrato social de prosperidad inclusiva dentro de los límites del Planeta. Una agenda que exige una nueva gobernanza para su éxito, en la que han de involucrarse Administraciones Públicas y sociedad civil». Misma senda iniciada por el vicealcalde Campillo, que desea la participación de todo el tejido ciudadano en el deseo de alcanzar un histórico hito, desde la vocación de consolidar una ciudad sostenible, pensada para las personas, con buena calidad de vida, mejor acceso a la naturaleza y el más responsable respeto por el medio ambiente. Todos los valencianos están llamados a ser parte del ilusionante proceso que acaba de comenzar, integrados en un órgano representativo y aglutinador. Tal vez la Mesa para el Compromiso de la Ciudadanía-Valencia Capital Verde 2024. Es una idea.
