Un agente de la policía local sancionó a un jubilado de 69 años de Rafelbunyol por reírse de la bicicleta del agente, a la que le faltaba la letra «l» de manera que se leía «policía loca» en lugar de «policía local». El sancionado espera que la «coherencia» y el «sentido común» impida que prospere la multa, ya que, de no ser así, se expone a pagar hasta 600 euros.

La denuncia se formalizó el pasado 18 de junio, cuando un grupo de amigos acababa de comer en una terraza de un restaurante en primer línea de playa, en Alboraia, en la playa de La Patacona. «Uno de los amigos salió a fumar y vio la bicicleta. Pidió permiso e hizo la foto. Cuando volvió a la mesa nos la enseñó. Me dio mucha risa que se leyera «policía loca». Conforme nos acercábamos el agente me preguntó: ¿qué no le gusta la policía? Y yo le contesté pues mira ni me gusta ni me disgusta, y ya se armó el lío», explica el afectado.